Reunión. Aguiló explicó durante dos horas la situación económica a los alcaldes de Menorca - Paco Sturla

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El vicepresidente económico del Govern balear, Josep Ignasi Aguiló, se comprometió ayer ante los alcaldes de la Isla a agilizar el pago de la deuda del Ejecutivo a los ayuntamientos menorquines durante el próximo año, aunque no fijó ningún calendario concreto para hacer efectivos los pagos.

El responsable de la hucha autonómica se desplazó expresamente a Menorca atendiendo a la petición realizada hace unos meses por los primeros ediles, y les explicó durante dos horas la situación de las arcas comunitarias y el presupuesto para el próximo año.

Estas cuentas son las que deben permitir al Govern empezar a saldar su deuda con los ocho consistorios menorquines y con el Consell. Según explicaban los alcaldes tras el encuentro, Aguiló se comprometió a agilizar los pagos durante el próximo año, aumentando el ritmo de transferencias en comparación a este ejercicio. Incluso se apuntó que los pagos podría iniciarse dentro del primer semestre, si bien no se especificó la cantidad que se abonaría.

Para el alcalde de Ciutadella, José María de Sintas, "el anuncio me agrada, pues reconozco que la situación económica es difícil para todos". Por contra, el alcalde de Es Mercadal, Francesc Ametller, criticó la falta de concreción de la propuesta del responsable de la economía en el Govern balear. "A mí no me ha convencido, porque los ayuntamientos necesitamos que se pase de las palabras a los hechos, y a día de hoy no tenemos ningún calendario de pagos".

Ametller apunta que el vicepresidente avanzó una posible vía para obtener los recursos que permitan saldar la deuda pendiente con las administraciones locales. Así, se confía en que durante el próximo ejercicio esté disponible un nuevo fondo de liquidez económica como el de este año, y si es así, el Ejecutivo podría acudir a él para obtener recursos que, a su vez, podrían servir para aliviar las arcas de los ayuntamientos.

Ahora bien, los alcaldes matizan que no se ha asegurado que el dinero que pueda llegar de este hipotético fondo de liquidez se destine a las administraciones locales, sino que se ha planteado siempre como una posibilidad. "A estas alturas, no nos basta un quizás. Queremos una certeza de que se hará", apunta el alcalde de Es Mercadal, Francesc Ametller. En una línea similar se expresa el alcalde de Ferreries, Manolo Monerris, quien afirma que "si el Govern no puede pagar todo lo que nos debe, como mínimo debería aportar una cantidad considerable para aliviar las arcas municipales".

Este año, los 355 millones de euros que el Govern ha utilizado de este fondo han servido básicamente para saldar la deuda con bancos y proveedores, mientras que el pago a los ayuntamientos ha sido la tercera prioridad. Según los alcaldes presentes, Aguiló ha explicado este orden de prioridades argumentando que saldar la deuda con los bancos y los proveedores proyectaba una imagen al exterior de Balears que ofrecía seguridad a las personas que quisieran invertir en la comunidad y así generar riqueza y empleo.

Al respecto de estas explicaciones, Francesc Ametller concluye que "tengo la sensación de que la liquidación de la deuda municipal no es prioritaria y sí lo es tener contentos a los bancos". Los alcaldes aseguran que los impagos del Govern les generan importantes problemas para cuadrar sus cuentas, y que cuánto más tarda en pagar, más aumentan los gastos que tienen que soportar los Consistorios para avanzar el dinero que no llega desde Palma.

Ciutadella pide una reunión para tratar su situación "especial"

El alcalde de Ciutadella, José María de Sintas, quiere reunirse antes que acabe el año con el director general de Presupuestos del Govern balear para abordar la delicada situación económica del Consistorio.

De Sintas quiere conocer la disposición del Ejecutivo autonómico para ayudar al Consistorio en el caso de que el Ministerio de Hacienda no acepte el plan de ajuste recientemente aprobado por el Ayuntamiento.

Si Madrid no da luz verde a esta iniciativa, Ciutadella deberá sobrevivir con la mitad de los ingresos estatales. "Quiero tranquilidad", apunta De Sintas.