Cala Llonga. La propiedad todavía no ha sido tasada y, por tanto, se desconoce su valor - Javier

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El Ateneu de Maó estudia a día de hoy si aceptar el chalé de Cala Llonga que el que fuera presidente de Endesa entre 1984 y 1997, Feliciano Fuster, ha legado a la entidad cultural, tal y como informaron ayer a este diario fuentes de la institución.

De momento, se están llevando a cabo los trámites correspondientes y, en última instancia, el Ateneu tendrá en cuenta si existen cargas sobre la propiedad antes de aceptar la herencia. Asimismo, la actual junta directiva ha puesto en conocimiento de los anteriores presidentes la situación, para sopesar y valorar la decisión del gestor empresarial mallorquín conjuntamente.

Fuster, natural del municipio de Santa Margalida, falleció el pasado 4 de marzo a la edad de 87 años. Fuster dejó un testamento ológrafo, escrito de su puño y letra, a través del que designaba a diversas entidades e instituciones públicas como beneficiarias de su legado, entre ellas el Ateneu de Maó. Precisamente el hecho de que el documento fuera redactado a mano y sin la presencia de un notario ha complicado el procedimiento de tramitación. En este punto, será un notario quien tenga la última palabra, aunque el proceso será "largo y complicado".

En concreto, Fuster ha cedido a la entidad menorquina una vivienda ubicada en Cala Llonga que, según apuntaron las mismas fuentes, todavía no ha sido tasada y, por tanto, se desconoce su valor. Por otro lado, el mallorquín ha dejado en herencia al Opus Dei una propiedad en Llucmaçanes, conocida como Can Landa.

A pesar de todo, el Ateneu ha mostrado su satisfacción por el hecho de que Fuster haya pensado en la entidad a la hora de repartir sus bienes. En esta línea, han recordado que el expresidente de Endesa fue nombrado en su momento Hijo Ilustre de la entidad. El mallorquín, soltero y sin descendencia, siempre fue un enamorado del puerto de Maó, recuerdan fuentes de la institución.