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La conferencia institucional ofrecida en el Consell por el historiador y articulista José Luís Terrón Ponce con motivo de la festividad de Sant Antoni, se convirtió ayer en una clase magistral sobre la Historia de Menorca. Bajo el título "Desde el 17 de enero de 1287 estamos en casa" Terrón Ponce urdió una reflexión personal entorno a cuatro ejes fundamentales.

La significación del 17 de enero abrió la conferencia para seguir con una disertación sobre lo que es para este historiador y militar en la reserva el "poble de Menorca". Como tercer eje ofreció unas pinceladas de la historia que dieron contenido a la reflexión anterior y por último dio pequeño y rápido paseo por el presente menorquín y por el patrimonio cultural de la Isla.

Terrón Ponce confesó que prefería llamar a esta conmemoración es Dia des Poble de Menorca, porque la Diada, dijo "me remite más a septiembre que a enero". Habló de las crónicas sobre la expedición del Rey Alfonso III a Menorca de Ramon Muntaner, que hablaban del "poblamiento catalán de la Isla". Escritos que en su opinión deben ser leídos "entre líneas", ya que en su opinión en aquella expedición también hubo aragoneses y "otros polizones".

El doctor en Historia por la UIB resaltó la personalidad "fuerte, arraigada, continuista, peculiar y llamativa" de los menorquines actuales y que enlaza con la de aquellos primeros colonos de habla mayoritariamente catalana. "Desde entonces estamos en casa, porque la cultura de aquellos recién llegados era europea, frente a la musulmana que iba retrocediendo empujada por los reinos cristianos de la Península Ibérica", apuntó.

En este punto, el miembro fundador del Institut Menorquí d'Estudis señaló que en la actualidad parece existir otra vez la tendencia a la disgregación que caracterizó aquel periodo en la Península previo a la Reconquista, con la proliferación de los reinos de Taifas, en clara alusión a los vientos secesionistas que llegan de Cataluña. El articulista y conferenciante citó en este sentido al profesor Pierre Vilar, "la historia va por donde va, empujada por la fuerza de los acontecimientos. Y los que intentan detenerla, aunque a veces lo consigan, acaban fracasando siempre", recordó.

José Luís Terrón Ponce resaltó que primero el rey Alfonso III y luego Jaime II de Mallorca, dotaron a los nuevos menorquines de una mayor modernidad. Al respecto destacó que la confederación catalano-aragonesa poseía una legislación civil y criminal mucho más próxima a la modernidad que la que tuvo Castilla en aquella época, donde predominaba el derecho feudal.

El profesor destacó asimismo el carácter continuista de la sociedad menorquina, tanto de las políticas sociales, culturales como las lingüísticas, que permanecieron inalterables incluso durante las dominaciones británica y francesa. Valores que han llegado hasta nuestros días. "Poseemos un patrimonio cultural increible.

Pero nosotros no somos propietarios, sino los últimos depositarios de ese patrimonio que debemos legar a las generaciones futuras", advirtió. En esta línea recordó la declaración Reserva de la Biosfera y la solicitud a la UNESCO de la declaración de Patrimonio de la Humanidad para los vestigios prehistóricos de la Isla.

Finalmente, un emocionado Terrón Ponce, se declaró menorquín castellanoparlante y pensante "pero solo por razón familiar, no política" y terminó parafraseando a Andreu Murillo, "Menorca es per a mi aquesta petita, íntima, meva pàtria meva".