Detalles. Para algunos políticos aún restan cosas a concretar para la seguridad y esplendor de la fiesta - Archivo

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Los grupos políticos del Ayuntamiento revisarán esta tarde la aplicación de la ordenanza específica y puntual de las Fiestas de Sant Joan que se llevó a cabo el pasado año por primera vez.

La nueva normativa entró en vigor los días de Sant Joan de 2012 y pretende regular varios aspectos en seguridad y comportamiento de los establecimientos, así como otras actividades relacionadas con la fiesta por parte de ciudadanos y entidades vecinales o sociales. Algunas de las medidas introducidas en las pasadas fiestas generaron ciertas disconformidades por parte de bares y locales así como en las normas que se pusieron para regular los "festers", como responsabilidades y tasas a pagar por parte de sus organizadores.

Los grupos políticos del Consistorio analizarán los pros y los contras y evaluarán la ordenanza aprobada y aplicada el pasado año. Francisca Marqués, en representación del equipo de gobierno, hizo una "valoración positiva en términos generales, pero creemos que existe margen para poder mejorar muchas otras cosas". En el encuentro de hoy "habrá algunas cosas por concretar, como el respeto a los horarios y determinar el tema de la música durante los días de Sant Joan".

Marqués hizo también alusión "al uso de los vasos de cartón durante estos días, es otra cuestión que debe quedar clara". La teniente de alcalde de Ciutadella explicó que "es importante concienciar de esta normativa porque nos afecta a todos como ciudadanos".

Por su parte, Josep Moll, concejal del PSOE, manifestó que "es un encuentro a petición del PSM, para realizar un seguimiento y sacar conclusiones y valoraciones sobre Sant Joan. Nosotros, estamos a la espera de conocer los informes de los diferentes cuerpos de seguridad. Después haremos una valoración más a fondo". No obstante, Moll, quiso indicar que "las medidas puestas en marcha el año pasado, creemos que funcionaron bastante bien, en general fueron bien, pero hay que llegar a acuerdos para seguir mejorando".

PSM y UPCM, con dudas

Por otra parte, los representantes del PSM y UPCM, Pepe Mascaró y Joan Triay, han mostrado cierto interés añadido en algunas cuestiones. Ambos, no obstante, recordaron a este diario que la ordenanza de Sant Joan mejoró muchos aspectos. Triay incidió en que "hay que hacer cumplir las ordenanzas y hubo el pasado Sant Joan sobreocupación de terrazas y ocupación de calzada de circulación de algunos locales de la avenida Constitució los días 22, 23 y 24 de junio sin autorización. De eso hay constancia en el Ayuntamiento pero no se levantó acta de estos incumplimientos".

Otro tema que preocupa a UPCM es la música exterior. "En Costa Marina y en Es Pla, hubo música exterior la madrugada de los días 23 y 24, con quejas de vecinos. También durante los 'Jocs des Pla' -sigue Triay- algunos bares tenían música exterior, y ni se paró ni se levantó acta de todo ello. Y repito, no fueron todos los locales, la mayoría cumplieron". De ahí que Triay insista "en que la ordenanza debe hacerse cumplir". En cuanto a los vasos de cartón dijo que "eso ya está en la ordenanza, se hizo la vista gorda el año pasado pero deberá aplicarse como tal el próximo Sant Joan".

Pepe Mascaró, concejal del PSM, explicó que "desde el mes de julio estamos esperando los informes y el balance de las pasadas fiestas. De ahí que solicitáramos, con una moción, una reunión de la Comisión de Sant Joan". Mascaró se manifestó en la misma línea de Triay, "las ordenanzas son para cumplirse y en algunos casos no se hace. Creemos que se mejoraron muchas cosas, pero hay que hablar de muchas otras". Adujo que "hay cuestiones que deben revisarse cada año porque la fiesta así lo reclama". Para el PSM, sería importante realizar "una mejor redistribución de los agentes en función del transcurso de la fiesta".

Los "festers", otro frenteSin embargo, para Pepe Mascaró, un hecho que entiende sí debe ponerse sobre la mesa para revisarlo es el tema de los 'festers'. "Hubo una reducción de los mismos porque había una exigencia que la gente no puede o no quiere asumir. Se trata de la tasa que debe pagar quien pida organizar un 'fester' y asumir la responsabilidad y vigilancia del mismo. Eso se notó el año pasado, pero en cambio hubo muchas fiestas de calle con música a la que se dio autorización y no se pagaba nada. Este hecho lo que hace es que la gente siga organizándose para hacer fiesta pero sin 'fester". En este sentido Mascaró quiso dar a entender que "esta tradición podría acabarse si no se revisa la ordenanza y se facilitan más las cosas", dijo.