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La Fundació Educació i Família de les Illes Balears, que cuenta con tres centros escolares en Palma de Mallorca que siguen la línea del Opus Dei, es ya propietaria de la vivienda de Llucmaçanes, conocida como Can Landa, que le ha dejado en herencia el expresidente de Endesa Feliciano Fuster. La semana pasada esta fundación aceptó el legado y ha tomado posesión de la finca, que pondrá a la venta para generar recursos económicos para los centros escolares.

El abogado de la Fundació, Raimundo Zaforteza, ha destacado la actitud de Feliciano Fuster de destinar sus bienes a entidades sociales y culturales de la Isla. En el caso de Menorca ha dejado en herencia al Ateneu una casa en S'Altra Banda del puerto de Maó.

El objetivo de Fuster al destinar Can Landa a la Fundació Educació i Família era "aliviar la situación financiera de los colegios", según consta en su testamento. Zaforteza recuerda que el expresidente de Endesa había colaborado en ocasiones con estos centros escolares y conocía sus dificultades económicas. Los problemas financieros se remontan al inicio de su actividad en 2007.

El Govern del PP había autorizado que los centros Aladern, de Educación Infantil, Aixa y Llaüt, de Primaria, Secundaria y Bachillerato, femenino y masculino, respectivamente, tuvieran acceso a la concertación. Se abrió la matrícula para una enseñanza gratuita como centros concertados, sin embargo el Govern del Pacte, presidido por Francesc Antich, anuló el acceso al régimen de conciertos educativos, con una orden de la Conselleria, el 14 de septiembre de 2007.

La Fundació Educació y Familia asumió entonces el coste de la enseñanza de todos los alumnos matriculados. En los cursos posteriores, los centros se han gestionado de forma privada, sin recursos públicos, aunque la actual administración autonómica ya ha autorizado que sean centros concertados.

El Govern asume así la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de septiembre de 2001 que da la razón a la fundación y anula la orden en contra de la concertación de los tres centros, ubicados en el Parc Bit de Mallorca. Esta entidad privada espera una compensación económica por el perjuicio que les causó la orden del Govern del Pacte, al tener que sufragar el coste de todas las matrículas.

Ya se ha publicado la orden solicitando el concierto de los tres centros de formación y el plazo concluye el 31 de enero. De todas formas, hasta el próximo curso no se abrirán las matrículas como centros concertados.

Feliciano Fuster conocía las dificultades económicas de la Fundació Educació i Família y de la necesidad de recurrir al endeudamiento para poder mantener la actividad.

La casa de Can Landa fue construida por el propietario del hotel Landa Palace de Burgos.