Pleno. Los concejales del PP aprobaron el cambio en octubre - Archivo

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El proceso iniciado por el equipo de gobierno municipal para cambiar el topónimo de la ciudad por la fórmula Maó-Mahón ha recabado alrededor de doscientas alegaciones. Ayer, último día para presentarlas, se registraron más de setenta, incluidas las del PSOE de Maó, las del PSM-Més per Menorca, las de Juventudes Socialistas de Menorca y las de JERC.

Anteriormente, ya habían presentado las suyas Esquerra de Menorca, miembros de la Sección de Lengua y Literatura del Institut Menorquí d'Estudis y ciudadanos de Maó y otros municipios a título personal. La petición casi unánime es la restitución de la forma catalana, si bien se han registrado algunas alegaciones a favor de la forma Mahó.

Partidos, entidades y particulares coinciden en sus alegaciones en denostar las formas utilizadas por el gobierno municipal para aprobar el cambio de topónimo, además de denunciar lo que consideran un ataque al catalán y un menosprecio a la sociedad mahonesa. Lamentan, asimismo, "la grave falta de responsabilidad política" por crear un conflicto social inexistente.

La cifra dada a conocer ayer es una aproximación a la espera de hacer el recuento definitivo. Cabe decir que al PSM no le cuadran las cuentas ya que aseguran haber entregado cerca de doscientas alegaciones de particulares como resultado de la campaña informativa realizada en las calles de Maó y a través de internet.

Además, esta cifra podría variar con la suma de las alegaciones que puedan llegar por correo. Según la información facilitada por el Ayuntamiento, el plazo se cerrará definitivamente entre el martes y el miércoles de la próxima semana. A partir de entonces se procederá al estudio y respuesta de los escritos, con la intención de poder llevar la aprobación definitiva del cambio de topónimo al pleno del mes de marzo. Fuentes municipales admiten que es prácticamente inviable que pueda incluirse en el orden del día de la sesión plenaria de febrero. El último trámite corresponderá al Consell que, previamente, deberá solicitar un informe a la UIB, si bien recalcan las mismas fuentes que éste "no será vinculante". Todo apunta, pues, a que antes del verano la institución insular dará el visto bueno a la denominación Maó-Mahón con la mayoría absoluta de los consellers del PP.