Es Castell. Federico Cardona se encontró ayer con Berto Vidal en la rectoría de El Roser - Paco Sturla

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Federico Cardona Coll (Maó, 1988) el próximo miércoles partirá a Perú como misionero laico destinado a un albergue, que se encuentra en construcción, en Quebrada Verde de Pachacamac del Valle de Lurín.

El albergue deberá, en breve, acoger a un grupo de chicos que viven circunstancias complicadas y que serán atendidos por un equipo de Mallorca Misionera que dirige Eugeni García y del que formará parte Federico Cardona.

El mahonés realizó estudios de Magisterio en la especialidad de Educación Física en la Universitat de les Illes Balears y el pasado verano, no previendo poder ejercer su profesión y motivado por el interés personal como voluntario, encontró en Missions de la Diòcesi el proyecto del Perú que se adecuaba a sus posibilidades. Muchos otros proyectos que había conocido no eran de su agrado y las condiciones eran, según su parecer, exageradas.

Para saber un poco más de la experiencia que está a punto de vivir y de las circunstancias en las que se encuentran las distintas partes del Perú, Federico Cardona se reunió ayer en Es Castell con el rector de la Parroquia del Roser, Berto Vidal, (Es Migjorn Gran, 1946) quien estuvo en el Perú durante trece años. El rector recibió al nuevo misionero en la rectoría acompañado por el diácono y actual delegado de Misiones, Vicent Llabrés.

Precisamente como delegado de Misiones Berto Vidal, cargo que ejerció entre 1972 y 1995, conoció los distintos proyectos del Perú, a donde marchó.

Su primer destino fue una parroquia de Lima donde estuvo cinco años. Luego marchó a La Sierra para acercarse un poco más a la realidad de Perú, y allí estuvo dos años y medio. Su tercer destino fue Lima del Norte, donde trabajó para la Diócesis de Lurín primero en una parroquia y luego como formador en el seminario de Lurín.

Su trabajo consistía en acompañar a los jóvenes que mostraban una inquietud para ser sacerdotes. Eran jóvenes de entre 17 y 18 años que estaban internos en el Seminario mientras recibían una primera preparación. Los jóvenes con vocación para el sacerdocio continuaban sus estudios, los que desistían eran orientados para que encontraran caminos más satisfactorios para ellos.

A esta misma zona viajará Federico Cardona la semana que viene, para formar parte de un proyecto distinto, pero con el mismo interés de ayudar a una sociedad que necesita de todos los apoyos posibles. Berto Vidal no quería ayer dar consejos a Federico, "ya es mayorcito y sabe lo que quiere". Sí le hacía una descripción exhaustiva de todo lo que se va a encontrar y como ha sido la evolución de la zona en los últimos años como buen conocedor una realidad muy distinta a la que se vive en esta parte del mundo y que no sale por la televisión.

Berto le hablaba a Federico con una sonrisa permanente muy significativa de la experiencia vital que este chico está a punto de vivir y que le supondrá, muy seguramente, un antes y un después mucho más enriquecido por todo lo que habrá dado y todo lo que recibirá a cambio.