Charla. El padre José Sesma y Ramón Cánovas destacaron el papel importante de los voluntarios - Javier

TW
0

La Pastoral Penitenciaria de la Diócesis de Menorca cuenta con un grupo de doce voluntarios que participan en diversos programas de intervención en el centro penitenciario. Su aportación se concreta en el apoyo personal a los reclusos, a través de planes de actuación para crear un clima social adecuado que favorezca la reeducación de cara a mejorar la reinserción en la sociedad.

La actuación de los voluntarios no solo se lleva a cabo dentro de la prisión, sino también fuera, a través de la Unidad Dependiente Epikeia.

El exdirector de centros penitenciarios como el de Picassent o el de Jóvenes de Llíria, Ramón Cánovas, que impartió ayer una charla titulada "El voluntariado de Pastoral Penitenciaria: orientaciones y criterios", transmitió a los voluntarios el gran valor de su servicio, puesto que supone un gran apoyo para los internos de la cárcel. Así, Cánovas, que entre 2004 y 2008 ejerció como coordinador técnico de la Central Penitenciaria de Observación, destacó la gran capacidad del voluntario a la hora de establecer una conexión con los reclusos, aprovechando el hecho de que no son emisarios de la Administración, como es el caso de los funcionarios, que son vistos por los internos como un representante de la autoridad.
la realidad del día a día

Como explicó Cánovas, los programas de intervención son muy variados, ya sean de tipo educativo, cultural, deportivo, sanitario, ocupacional, de integración social, para colectivos específicos o de colaboración con planes determinados.

Júlia Santa Eugènia es una joven de 28 años de Maó. Es diplomada en Educación Social, técnico superior de Animación y Actividades Físico-deportivas, y desde octubre de 2011 conduce un programa de actividades deportivas, concretamente de baloncesto y volei. Dos tardes a la semana acude al Centro Penitenciario de Menorca, donde una veintena de internos se han inscrito en su plan de actividades. Su valoración es del todo positiva. "El primer día es un poco extraño, pero luego se convierte en un disfrute, porque lo pasamos muy bien, se crea mucha empatía y al final los internos te demuestran mucho más cariño del que tú les puedas dar", afirma satisfecha por esta vivencia.

Santa Eugènia cree que es básico establecer las condiciones básicas con los presos. "Se trata de transmitirles valores, con unas normas irrenunciables, el respeto a los compañeros, al material y a mi". A partir de ahí, con el tiempo "se van estableciendo vínculos de confianza, e incluso me riñen si un día no puedo ir por algún motivo", explica sonriente la joven.

En el tiempo que esta voluntaria lleva acudiendo a la cárcel ya se han observado cambios de actitud por parte de algunos reclusos. "Ha habido una transformación en varios jóvenes, que son capaces de ayudar a sus compañeros" cuando antes eso era impensable. De este modo, se consiguen avances en la reeducación de las personas, algo fundamental para la reinserción.

Otro ejemplo que se puede valorar en la prisión menorquina es el taller "Sobre los valores humanos", que llevan a cabo María Pilar Vallés y Sor Amor. Cada jueves por la tarde comparten varias horas con los internos con el objetivo de "trabajar la libertad interior y la identidad de la persona", tratando aspectos como la sinceridad, la coherencia o la autoestima.

Este taller se desarrolla mediante coloquios con los reclusos, para que participen activamente y animándoles a manifestar sus opiniones y a desenvolverse. "Se trata de motivarles, de que estén reunidos con gente que les escucha. Y es cuando se abren y hablan", explica Vallés, quien coincide con Santa Eugènia en que "ellos te dan el doble que tú a ellos, es la satisfacción del voluntario, es muy gratificante. Cuando te ven llegar se ponen contentos", afirma la voluntaria.

Para María Pilar Vallés esta labor es muy positiva puesto que se dirige a unas personas que "necesitan gente a su lado, a gente que les acompañe y les escuche en su privación de libertad", una experiencia que todos quieren superar. "Te expresan las ganas que tienen de hacer cosas una vez salgan a la calle y puedan reconducir sus vidas", concluye.