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La Policía investiga la difusión a través de teléfono móvil de un vídeo con contenido pornográfico grabado y protagonizado por menores y que se ha extendido entre los estudiantes de los centros educativos de la zona de Llevant, tanto en los institutos como en los colegios concertados.

La Dirección Insular de la Administración del Estado en Menorca confirmó ayer los hechos así como que la investigación policial se mantiene abierta, aunque sin dar más detalles de las actuaciones policiales, precisamente por afectar éstas a menores.

Según ha podido saber este diario, en dicho vídeo una menor práctica una felación a dos niños, también menores de edad, mientras otro niño graba la escena. Las edades no han trascendido, aunque fuentes no oficiales apuntan a que algunos de los niños son alumnos de primer curso de Educación Secundaria de un instituto de Maó, por lo que rondarían los doce o trece años de edad.

Los cuerpos de seguridad han identificado ya a la niña y también a los tres chicos que participan tanto en el acto sexual como en la grabación, realizada en Menorca y que se ha viralizado rápidamente a través de las plataformas de comunicación.

Aunque todavía no hay ninguna denuncia presentada por los padres de los menores implicados en el suceso, este tipo de delitos son perseguibles de oficio, por lo que las actuaciones policiales podrían ser remitidas a la Fiscalía de Menores de Palma –ya que todos los implicados son menores de edad-, para que se haga cargo de la instrucción del caso.

Desde hace días el vídeo circula por los teléfonos móviles de los adolescentes y ayer, primer día de clase del tercer trimestre en los colegios e institutos de Maó, las imágenes fueron la comidilla de los estudiantes en muchos centros.

El delegado de Educación en la Isla, Julián Hernández, confirmó ayer que la Conselleria está al corriente de lo sucedido gracias al aviso de un padre que acudió a comunicar la existencia del vídeo a la dirección de un centro educativo. "Se le remitió a la Policía para que pusiera una denuncia, porque si no, nosotros no podemos actuar", señaló el delegado de Educación, al tiempo que se informó del suceso a la Dirección Insular del Estado.

Hernández subrayó las dificultades con las que se encuentran los profesores para controlar este tipo de situaciones, que habitualmente suceden fuera de las aulas.

El delegado manifestó que si los niños y adolescentes tienen un teléfono móvil o una cuenta de Twitter "a esas edades, es responsabilidad de los padres saber en qué páginas se mueven o con quién chatean".

Julián Hernández añadió que los progenitores tienen que ser conscientes de que internet "es una herramienta de trabajo importante, muy buena, pero que tiene peligros, y los chavales", reconoció, "se mueven en este ámbito con una facilidad con la que no nos movemos algunos adultos".