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La Sección de Menores de la Fiscalía de Balears ha iniciado su actuación en el caso de los niños que grabaron y protagonizaron un vídeo de contenido sexual que fue difundido a través de teléfonos móviles. Dos de los implicados en el suceso ya han prestado declaración y otros dos están a la espera de hacerlo, siempre acompañados de sus padres, al tratarse de menores de edad, tal y como informó ayer el director de la Administración General del Estado en Menorca, Javier López-Cerón.

La investigación policial continúa para esclarecer si lo sucedido fueron actos consentidos o no, y para determinar la existencia de un delito, tanto en lo relativo a las prácticas sexuales como en su grabación y posterior difusión por Whatsapp. Las fuentes oficiales no han facilitado las edades de los niños, todos ellos menores, ni el nombre del centro en el que estudian o el municipio en el que residen, todo ello para proteger su identidad y no entorpecer las actuaciones policiales.

La edad de cada uno de ellos es determinante para el proceso que ahora se inicia, ya que la responsabilidad penal solo se exige a partir de los 14 años y no a los niños menores de esta edad, según la Ley Orgánica 5/2000 reguladora de la responsabilidad penal de los menores de entre 14 y 18 años de edad.

En las infracciones o delitos cometidos por los menores de 14 años deben intervenir los órganos competentes de la Comunidad Autónoma, en este caso el departamento de Menores del Consell -explicó ayer el fiscal, Eduardo Norro-, ya que deben aplicarse medidas de reeducación de estos niños. Desde la Dirección Insular se confirmó ayer que los padres de los menores no han presentado ninguna denuncia ante la Policía.

Las mismas fuentes señalaron que ciberpolicías -agentes especializados en perseguir los delitos informáticos-, intentaron frenar la propagación del vídeo por la red desde la central de la Policía Nacional en Madrid, aunque se desconoce todavía el resultado; en estos casos es muy difícil saber hasta dónde se han difundido las imágenes. El vídeo con imágenes sexuales explícitas de los menores circulaba por los teléfonos móviles desde hace días, pero fue el pasado lunes, primera jornada lectiva tras la Semana Santa, cuando el caso se confirmó oficialmente, después de la queja planteada por un padre ante la dirección de un centro educativo y la rápida propagación de la grabación entre los escolares.