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Pedir ayuda a un psicólogo es considerado, todavía hoy en día, como un signo de debilidad. Por este motivo, muchos de los que acuden a la consulta de un profesional lo mantienen en secreto, fomentado de este modo los prejuicios ya existentes. Esta situación se agrava especialmente en Menorca, probablemente debido a su reducido tamaño y a la insularidad. Conscientes de esta problemática, los psicoterapeutas menorquines Jessica Ametller, Gràcia Pons y José Ignacio Carreras se pusieron manos a la obra para intentar revertir esta perspectiva social negativa en relación a la Psicología.
Tras dos años de encuentros, debates y mucho tiempo libre invertido en el proyecto, el grupo da mañana el pistoletazo de salida al Círculo de Psicología de Menorca, una asociación sin ánimo de lucro a través de la que pretenden acercar a la sociedad una disciplina que, según dicen, no es suficientemente conocida.

"Queremos que los ciudadanos comprendan que la Psicología puede ser una herramienta cotidiana. No va al psicólogo alguien que está 'loco', sino una persona que tiene un problema que no puede resolver sola", explica José Ignacio Carreras, licenciado en Psicología y master en Psicoterapia cognitivo-conductual.

En esta misma línea, Gràcia Pons, especializada en musicoterapia, considera que la ayuda de un psicoterapeuta es también útil a la hora de mejorar las habilidades sociales y comunicativas, lo que favorece el crecimiento y autoconocimiento personal. "Se liga la figura del psicólogo con el tratamiento a personas con patologías mentales, pero nuestro trabajo va mucho más allá", precisa.

La sala de plenos del Consell será mañana a partir de las 19 horas el escenario de la presentación oficial del colectivo, un acto que contará con la presencia de la consellera de Bienestar Social y Juventud, Aurora Herráiz.

Nuevas tecnologías
La principal herramienta de trabajo de la asociación serán las nuevas tecnologías, para lo que han contado con la colaboración del ingeniero informático, Joan Carreras, quien se ha encargado de la puesta en marcha de la página web (www.circulopsicologiamenorca.com). "No disponemos de financiación externa y, por tanto, el uso de internet no nos supone un coste adicional y es un modo de aprovechar la estructura que tenemos a nuestro alcance, además de ser un canal de comunicación muy rápido", señala Joan Carreras, que también ejerce como profesor en el IES Joan Ramis i Ramis de Maó.

De este modo, los interesados se podrán poner en contacto con la asociación a través del correo electrónico y, una vez recibida su consulta, los psicólogos valorarán su caso y la fórmula más adecuada de actuación. En concreto, Círculo de Psicología de Menorca ofrece una sesión de orientación gratuita a quienes necesiten ayuda, aunque el contacto será únicamente a través de la red. El programa informático Skype, que permite comunicaciones de texto, voz y vídeo, será en este caso la plataforma de comunicación entre especialista y paciente. En esta línea, la licenciada en Psicología Jessica Ametller indica que este método permite además mantener el anonimato del usuario si éste lo desea.

Por otro lado, el colectivo se pone a disposición de centros educativos o asociaciones diversas para llevar a cabo charlas o talleres de diferentes tipologías.

Asimismo, el Círculo de Psicología de Menorca tiene intención de firmar convenios de colaboración con entidades de carácter solidario con el fin de orientar y tratar de forma gratuita a personas en riesgo de exclusión social. Sensibilizados por la difícil coyuntura económica actual, el grupo pretende aportar de este modo su granito de arena para ayudar a los colectivos más desfavorecidos. "No podemos quedarnos sólo para nuestro beneficio todo el conocimiento que hemos adquirido gracias a un sistema público. Es una cuestión de ética y responsabilidad profesional", afirma José Ignacio Carreras.

Todos los servicios de la asociación estarán operativos a partir de mañana, aunque la primera respuesta de la sociedad menorquina a través de la red social Facebook ha sido muy positiva, según señalan. "Pusimos en marcha el grupo hace tan sólo un mes y ya hemos recibido numerosas consultas", remarca Gràcia Pons.

A medio plazo, el colectivo se plantea también la posibilidad de desarrollar aplicaciones móviles con la finalidad de que las personas interesadas dispongan de un rápido acceso a diversos conocimientos sobre Psicología. "Nuestra intención es difundir aspectos claves de esta disciplina para ponerlos al alcance de los ciudadanos", subraya Jessica Ametller, quien apunta que, en este caso, los principales destinatarios de esta iniciativa serían los jóvenes, un colectivo que se caracteriza por sus reservas a la hora de solicitar ayuda.