COMISARíA. Una madre denunció la existencia del primer vídeo - Archivo

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La Policía Nacional ha detenido en Maó a un joven de 16 años que supuestamente es el protagonista del segundo vídeo de contenido sexual que se ha difundido en las últimas semanas a través de los teléfonos móviles de los jóvenes menorquines, según informó ayer la Dirección general de la Policía. En esta nueva grabación, de la cual ya informó ayer el "Menorca", se pueden ver imágenes de unos presuntos abusos sexuales a una menor por parte del arrestado y, según las investigaciones, se grabó en el mismo lugar que la primera de las filmaciones.

Asimismo, las pesquisas realizadas por los agentes han permitido averiguar que el presunto autor de la segunda grabación, de 13 años de edad, también había participado en la primera grabación.

Cabe recordar que la denuncia de la madre de uno de los participantes en la primera de las filmaciones encendió la voz de alarma. Tras recibir el vídeo de carácter sexual a través de una aplicación de mensajería instantánea, se personó en la Comisaría de la Policía Nacional de Maó el pasado 6 de abril para dar cuenta de los hechos. Esta información fue trasladada de inmediato al Servicio de Atención a la Familia y a la Fiscalía de Menores de Palma, que dio instrucciones para que los menores fueran examinados, con la finalidad de aclarar los hechos y adoptar las medidas oportunas al efecto.

Tras varias pesquisas, los participantes en la grabación, de edades comprendidas entre los 12 y 15 años, fueron identificados y, tras prestarles declaración, se procedió a la detención del mayor de ellos como presunto autor de un delito de producción y distribución de pornografía infantil, aunque quedó finalmente en libertad con cargos.

No obstante, mientras se investigaba el primer vídeo, se tuvo conocimiento de la difusión de una segunda grabación de características similares. En este caso, los agentes apreciaron además que una menor podía haber sido víctima de una agresión sexual y, en este caso, se ha procedido a la detención del joven de 16 años que protagonizaba la filmación.

INTERNET
Además de conocer estos hechos a raíz de la denuncia formulada por la madre de uno de los menores, el equipo de Redes Sociales de la Policía recibió multitud de comunicados de internautas que, a través del perfil de Twitter de la Policía Nacional, alertaron de la difusión de este material en la red. Estas filmaciones fueron en un primer momento difundidas a través de Whatsapp, pero rápidamente fueron compartidas por miles de usuarios en internet.

Ante estos hechos, la Policía Nacional recuerda que producir, vender, distribuir, exhibir, ofrecer, poseer o facilitar por cualquier medio material pornográfico en cuya elaboración hayan sido utilizados menores de edad es delito. En este sentido, informan a los ciudadanos de que este tipo de material no se debe compartir, sino que se debe denunciar de forma privada a denuncias.pornografía.infaltil@policia.es

Además, recomienda a los menores que tengan especial cuidado con las fotos, vídeos y contenidos de todo tipo que se comparten en internet, y advierte que hacerse fotos de carácter erótico y compartirlas es siempre un error puesto que "puede ocasionar situaciones de chantaje o ciberacoso sexual o acoso en el entorno escolar (grooming o bullying)".

Asimismo, indican que grabar o "pasar" este tipo de imágenes de otras personas con el fin de perjudicarles es delito. Por otro lado, aconseja a los padres crear con los hijos un clima de confianza para hablar sobre estos temas, darles pautas para el correcto uso de redes sociales y smartphones y estar presentes cuando sus hijos se conectan a internet para ver a qué contenidos accede.También, recomiendan el uso de programas que filtran el acceso a determinados contenidos, concienciar a los hijos de las ventajas y riesgos que ofrecen las redes, alertar a los niños del riesgo de intimar por internet con personas desconocidas, explicarles que no deben quedar con nadie al que se haya conocido a través de la red sin consultárselo a un adulto, y darle importancia si sus hijos le informan de contenidos que le han hecho sentir incómodos, y denunciarlos.