La desobediencia a la alcaldesa motiva la sanción a la secretaria

Las faltas que se atribuyen a la funcionaria municipal se refieren al intento de legalizar la planta de Prefabricados Juan Palliser. En el pasado mandato se abrió un expediente disciplinario por la fabricación de hormigón sin licencia de actividad, a partir de una denuncia de Valeriano Allés, que provocó el decreto de paralización de la producción el 4 de mayo de 2012. La tramitación de la licencia sigue pendiente de resolución, porque los servicios urbanísticos municipales consideran que no es posible regularizar esta actividad.

Precisamente las discrepancias con esta posición por parte de la secretaria, y también del anterior alcalde, Pau Morlà, según apunta la documentación a la que ha tenido acceso este diario, son la raíz del enfrentamiento de Luz Sanz con la alcaldesa Misericordia Sugrañes. Coincidiendo con la toma de posesión de ésta, en junio de 2011, Prefabricados Palliser presentó una solicitud de certificado de silencio administrativo positivo, ante la demora de la respuesta.

La secretaria le insistió en varias ocasiones a la alcaldesa para que firmara el silencio administrativo. Sugrañes, siempre según la instrucción del expediente, desconocía con detalle el problema legal y al ver que en el texto de la resolución figuraban las discrepancias entre los servicios urbanísticos y la secretaria no quiso dar el visto bueno, para poder analizar el tema más a fondo. Se fue de vacaciones y Luz Sanz intentó que el alcalde accidental, Emilio Agis, le firmara el documento. Después se produjo un fallo en el sistema informático de certificados y la resolución se tramitó sin la firma de la alcaldesa, que la anuló al tener conocimiento.

Uno de los motivos de la apertura del expediente disciplinario a la secretaria planteaba la posible intención de beneficiar a Prefabricados Palliser. Sin embargo, el instructor lo niega, porque la resolución contemplaba que la empresa debía depositar una fianza de 328.786 euros y además se condicionaba al informe de los técnicos de Urbanismo y a la Junta de Gobierno.

El informe concluye que Luz Sanz no suplantó a la alcaldesa en la firma del certificado del silencio administrativo y que el hecho de que la resolución pasara al libro de Decretos, como si estuviera aceptada por la alcaldesa, se debe a un error informático no imputable a la secretaria.

Las faltas que sí se le imputan son el abuso de autoridad en el ejercicio de sus funciones y la desobediencia a la alcaldesa. Por cada una de ellas se establece una sanción de un mes de suspensión de empleo y retribuciones.

Luz Sanz lleva más de 30 años en la Secretaría de Alaior. El instructor Vidal Jordi ha descartado calificar de muy graves las faltas descritas. Indica que el motivo es que no se han producido daños al interés público, ni el descrédito del Ayuntamiento, ni existe reiteración. Así parece que la causa nace de la intención de la secretaria de aplicar su criterio, pese a todo.