Juzgados. Momento en el que el detenido abandonó custodiado los juzgados de Fort de l’Eau - Archivo

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La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Maó ha admitido la petición de la defensa de Willi Fernando Castillo, en prisión provisional sin fianza por la muerte del joven M.A. de 23 años, de que se realice un examen psicológico y psiquiátrico al acusado de un presunto delito de homicidio.

El abogado de oficio del detenido, José María Morillas, confirmó ayer que la jueza María Victoria Villanueva ha aceptado su solicitud, basada en las circunstancias de que el imputado siempre había llevado un comportamiento normal, llevaba residiendo mucho tiempo en España y no había tenido "una mala conducta" hasta el momento en el que se produjo la riña que acabó con la muerte del ciudadano marroquí, en un piso de la calle Maria Lluïsa Serra de Maó.

El informe psicológico y psiquiátrico es una de las diligencias periciales solicitadas por la parte de la defensa en la primera comparecencia ante la jueza que instruye el caso. Tal y como establece la Ley 5/1995, de 22 de mayo, del Tribunal del Jurado, una vez incoado el procedimiento por delito, el juez de instrucción convoca al Ministerio Fiscal y a las partes implicadas en un plazo de cinco días, que expiró ayer, para solicitar las diligencias de investigación que estimen oportunas. En este sentido, el abogado del presunto homicida declinó realizar declaraciones sobre su defendido, pese al levantamiento del secreto del sumario, alegando que todavía el caso está en fase de investigación y aventuró una "tramitación lenta" debido a que el acusado tiene que ser juzgado por un jurado popular.

El juicio a Castillo se celebrará en Palma, ya que los juzgados de Menorca -al igual que los de Eivissa-, no cuentan con una sala adecuada a las necesidades de espacio del jurado popular. Los hechos que serán juzgados se produjeron el pasado día 16 cuando el acusado y el fallecido se enzarzaron en una discusión y M.A. murió por heridas de arma blanca. El escenario del crimen que conmocionó Maó fue una vivienda del número 91 de la calle Maria Lluïsa Serra.