Ruta de los faros. La Asociación Cicloturista de Menorca celebró la última edición el pasado fin de semana - A.S.

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Tras diez años de existencia y éxitos, la Ruta de los Faros cuelga los pedales. La decisión está tomada y no habrá marcha atrás a menos que se produzca una mayor implicación de patrocinadores que ayuden a cubrir el déficit que genera. La decisión no ha sido fácil, pero el impulsor, alma mater de esta ruta y también presidente de la Federación Balear de Ciclismo, Arturo Sintes, asegura que no es posible remar siempre a contracorriente. Y es que la recesión económica ha enfriado el aterrizaje de aficionados y profesionales del ciclismo en una Isla en la que subirse a un avión supone apoquinar 75 euros por trayecto por el desplazamiento de la bicicleta. A ello, hay que sumar "los pocos vuelos a los que poder acceder por un precio asequible".

Este panorama ha provocado la pérdida de participantes procedentes de Cataluña, Valencia, Alicante o Madrid que "no pueden permitirse pagar un precio tan elevado para llegar a la Isla", lamenta. Respecto a la participación en la última Ruta de los Faros -92 asistentes-, Sintes señala que el 75 por ciento fue autóctono y el resto de fuera cuando antes el porcentaje estaba equiparado. Esta ruta llegó a registrar un récord de participación antes de la crisis con 180 asistentes. A estas circunstancias también cabe añadir la pérdida del grueso patrocinador que el colectivo destinada a la promoción de la actividad en revistas y portales de interés. "Si dejas de anunciarte en puntos importantes, al final dejas de ser importante", argumenta. Arturo Sintes asegura sentir "frustración" por el poco interés que suscita el cicloturismo entre la administración. Para este amante del ciclismo, "En Menorca el cicloturismo no se acaba de entender y por tanto, no recibe el respaldo que debería". Y añade que "este tipo de iniciativas son un reclamo turístico "que no se valora". A ello señala que la exposición de ciclismo ubicada en Es Mercadal ya ha conseguido superar las 7.000 visitas cuando "solo ha demostrado su interés el Ayuntamiento del municipio". Explica que desde Inca se le propuso trasladar la colección y aunque no le satisface no lo descarta puesto que su único deseo es que las piezas sean valoradas y no caigan en el olvido.

En el polo opuesto a esta situación se encuentra Mallorca donde el ciclismo está marcando una línea vertiginosamente ascendente. En la isla mayor del Archipiélago esta práctica ha conseguido desestacionalizar la temporada impulsando interesantes iniciativas en invierno. "Hay hoteles dedicados a la actividad, se promocionan campus, actividades exclusivas para el sector, y cuenta con conexiones con toda Europa a buen precio", indica. Además de ello, algunas compañías permiten el traslado de las bicicletas sin coste añadido y en la ciudad se han adecuado parques de bicicletas de alquiler de gama alta para que el turista profesional o aficionado no se vea en la encrucijada de tener que pagar un elevado precio por el traslado de la misma.

Por el momento, Sintes asegura que "dedicaremos nuestros esfuerzos a la organización de la Volta Cicloturista de Menorca del próximo mes de octubre". No obstante, tiene claro que si la tendencia sigue en la línea de no poder cubrir gastos, "deberemos replantear la situación y solo podríamos garantizar su celebración hasta la decimocuarta edición". Lo que tiene claro es que en unos momentos tan delicados para todo ciudadano "lo último que propondríamos sería encarecer las inscripciones".