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La noche de ayer pasará a la historia del Teatre Principal y quedará grabada en la memoria de todos los aficionados a la ópera.

Joan Pons, uno de los mejores barítonos dramáticos del mundo se despidió del público menorquín a lo grande. En el escenario y haciendo gala de una extraordinaria interpretación en "Madama Butterfly".

El público que abarrotaba el coliseo mahonés se rindió una vez más a su calidad artística.

El homenaje organizado por Amics de s'Òpera fue un éxito. Las principales autoridades también se sumaron a un acto cargado de emotividad y gratitud hacia una figura irrepetible.

(Ampliación de la noticia en nuestra edición de mañana domingo).