RAFAEL ÁLVAREZ BENITO. VENDEDOR AMBULANTE - i.p.d.r.

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Autoficha
Me llamo Rafael Álvarez Benito, tengo 53 años y soy natural de Madrid, aunque llevo 35 años viviendo en Alaior. Mi pareja se llama Montserrat Carbonell, y tengo dos hijas, Violeta y Clara. Estudié Bellas Artes en la Escuela de San Fernando de Madrid, y ahora llevo más de 20 años como vendedor ambulante. Entre mis aficiones están la agricultura, la pintura y la música.

¿Lleva usted mucho tiempo en el Parque Rochina?
22 años, casi toda la vida. Antes hacíamos otros mercadillos, en Ciutadella, Fornells, Es Castell.

¿Cómo ha cambiado el puerto de Maó en todo este tiempo?
Hace unos años el puerto estaba siempre lleno, y a nivel de negocio se vendía muy bien, los bares estaban llenos. Pero ha bajado mucho, y no sé por qué, porque el marco es incomparable, es un puerto único en el mundo. Supongo que al puerto también le toca algo de crisis. Antes también había menos mercadillos, ahora cada pueblo tiene el suyo, y eso se lleva a mucha gente.

¿Cómo se podría recuperar ese ambiente que había antes?

Se tendría que hacer algo más cultural, con menos impedimentos. Hay que dejar más mano ancha, que la gente que hace espectáculos artísticos, aunque sean de media calidad, también tuvieran la oportunidad de ofrecerlo sin tener que pasar por unos trámites administrativos muy amplios. Porque a la gente le gusta ver que otros hacen algo, bailes, música. Creo que favorecería al puerto.

¿Cómo ha cambiado en todo este tiempo este trabajo?

Bueno, ahora hay mucha más competencia que antes, que éramos menos.

¿Qué diferencia hay entre el vendedor ambulante y una tienda?
Viajamos a países como India, Nepal, Tailandia o Indonesia, porque intentamos ofrecer un producto diferenciado. Procuramos traer cosas nuevas y productos artesanos de otros países. Pero hoy en día, las tiendas también se espabilan mucho, también viajan. Lo único diferente es que estamos al aire libre, es más desenfadado, no es tan serio como tener una tienda.

¿Ha mejorado el producto en todo este tiempo?
Sí, ha mejorado y ha bajado de precio, porque al haber más competencia siempre se abarata. Y se ofrece más calidad.

¿Qué es lo que tiene más salida?
Lo textil tiene mucha salida, y los complementos también. Pero lo que es ropa de mujer, o el pantalón o la camisa de hombre, es lo que más salida tiene.

¿Es un trabajo cansado?
Depende de las horas que haces. Si haces una jornada laboral normal, es agradable. Pero si no, sí, porqué estás a la intemperie, tienes que pelear con el viento, la lluvia, y en verano el calor. Lo peor es cuando llueve, que nos tenemos que ir y no podemos trabajar, e incluso se estropea el material. Hay bastantes inconvenientes.

¿Se ha notado mucho el bajón los últimos años?
Pues si. A la gente le gusta. Mira, se lo prueba, pero luego se lo piensa a la hora de comprar. Al minorista, la crisis le ha tocado fuerte.