Pleno. Se generó un arduo debate entre Botella y Tur - M.P.

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El equipo de gobierno popular de Maó iniciará una instrucción interna para determinar como debe desarrollarse la aplicación del artículo 5.4 de la nueva ordenanza de subvenciones, un punto del articulado que ha levantado más de una ampolla entre entidades sociales y oposición. Este artículo reza que no podrán ser objeto de subvención aquellas actividades que incluyan actos de carácter político o reivindicativo.

El concejal de Servicios Generales, Salvador Botella, aseveró ayer en el pleno que el equipo municipal concretará los parámetros para la aplicación del artículo. No obstante, para Botella, se trata de una cláusula de "prevención" de los fondos públicos, y que se pretende "acabar con un modelo" y aplicar una "democratización de las ayudas" para blindarlas contra la politización.

Asimismo, transmitió tranquilidad a las entidades. Argumentó que de las 167 entidades y asociaciones de la ciudad, "solo un 1,19 por ciento han alegado a la ordenanza", un porcentaje que se eleva a "un 16,16 por ciento si se le añaden las asociaciones de vecinos" que se postularon contrarias al artículo.

Los socialistas lamentan que la partida de aportaciones a entidades se haya visto adelgazada considerablemente indicando que este año un total de 89 entidades y asociaciones de vecinos cuentan con 70.000 euros. Se han adjudicado otros 775.000 euros con carácter nominativo. En 2012 la partida total fue de cerca de casi 1,2 millones. "Las entidades han pasado de contar con 400.000 euros a tan solo 70.000 euros".

Por su parte, Tur reiteró, tal como ya hizo en el anterior pleno, su total disconformidad con el artículo, además de recordar su petición de votar por separado dicho punto, sin serle aceptado.

El punto, y también otros temas a debatir, generó una ardua sarta de críticas entre el popular Salvador Botella y el socialista Vicenç Tur donde no faltaron alusiones a la herencia recibida. La situación llegó a tal punto que el exalcalde dio por roto todo tipo de diálogo con el concejal de Servicios Generales.

Uno de los momentos de mayor tensión se produjo cuando Botella indicó que la moción del PSOE para solicitar la supresión del artículo se producía porque "han tenido problemas internos de partido advertidos de haber votado a favor de la ordenanza, ahora quieren otra oportunidad". E hizo alusión a las redes sociales donde "personas afines al PSOE mostraban su desacuerdo con el voto a favor socialista". Adjetivos como prepotencia, demagogia pura, ignorancia, manipulación, oportunismo y mucha ironía marcaron la pauta del pleno de ayer.

Mariscadores

La situación de desamparo e inseguridad que padecen los mariscadores del puerto de Maó parece que empieza a navegar hacia buen puerto. Salvador Botella anunció ayer, a raíz de una pregunta del PSOE, que se está trabajando de la mano de Autoridad Portuaria para que las autorizaciones de ocupación temporal pasen a concesiones por el mismo período de autorización de explotación que otorga el Consell y que está fijado en diez años. Además, se está barajando la opción de que no se otorgue a través de concurso. Por su parte, también es posible que la gestión de las concesiones se realice a través de la Cofradía de Pescadores de Maó.

Embargo a APB

Tras el anuncio de que el Ayuntamiento de Maó ha embargado dos bienes a APB por no abonar el Impuesto de Bienes Inmuebles desde el 2006, Salvador Botella anunció ayer que el ente gestor del puerto ha informado estar dispuesto a abonar el IBI de una finca ubicada en el Cós Nou relativo a los años 2009 hasta 2013 por un importe total de 39.364 euros. Cabe recordar que el consistorio mahonés y el de Es Castell han cifrado en cerca de un millón el montante global de tributos no satisfechos.

Aparcamientos

El concejal de Servicios Generales anunció la modificación de los aparcamientos de la calle Sant Sebastià, a la altura de Catisa, que pasarán a ser lineales debido a las dificultades de tránsito de los autobuses. Del mismo modo, el Ayuntamiento está estudiando aplicar la misma intervención en la calle Fort de L'Eau para "esponjar el tráfico, dotarlo de mayor seguridad y facilitar el paso de los autobuses".