TW
0

Los que no la conocen se sorprenden de su amistad con la cantante Dulce Pontes. ¿Cómo surgió?
La verdad es que la primera sorprendida fui yo, hemos labrado una amistad que nunca sospeché. Todo empezó buscando música portuguesa para mi programa Gea, en Radio Es Castell. Conocí primero a Amália Rodrigues y luego el trabajo "Lágrimas" de Dulce Pontes.

¿Pudo contactar con ella?
En 2006 me quedé alucinada cuando vi que venía a actuar al Claustre del Carme de Maó. Hice todo lo posible para entrevistarla para la radio y pensé que no la vería nunca más. Pero hace tres años la contacté en Facebook, aceptó mi amistad y empezamos a hablar y a conocernos. Ella es natural, verdadera, una persona auténtica.

Desde luego triunfó en el Teatre Principal.
Es un ser de luz, cuando ella actúa, la gente recibe mucho cariño. Además, no solo destaca cantando, es una gran musicóloga, la ingeniera de las composiciones, les da ese punto de genialidad y se entrega totalmente.

¿Esa buena sintonía con la cantante surge porque tiene usted también una faceta artística?
Me gustan las cosas creativas, me encanta la música, la fotografía, la poesía, todo aquello que te permite captar, recoger, la belleza de un instante. Escribo poemas y llegué a autoeditarme un libro.

¿Cómo fue esa experiencia?
Bastante complicada, pero valió la pena por el hecho de poder tener el libro y compartirlo, incluso hubo una persona que eligió uno de los poemas para casarse, en el Ayuntamiento, y luego quiso comprarlo.

¿Qué poemas incluyó?
Es un recopilatorio de poesías que había escrito desde la adolescencia. Se llama "Les ondines d'una nit d'estiu i altres essències" e incluye un dibujo precioso del artista Francesc Calvet.

¿Cómo convive ese espíritu creativo con su día a día de cartera?
Ser cartera es una profesión que surgió, hay que trabajar y cobrar a fin de mes, pero eso sí, me dejo la piel en dar un buen servicio. Comprendo que la gente está esperando, hay que entregarlo lo más rápido posible, y a veces compartes cierta emoción cuando reciben una carta. Eres una persona extraña que acaba siendo una conocida.

La correspondencia epistolar se pierde, pero ¿no le parece que tenía su encanto?
Todavía hay gente que escribe cartas, con ellas compartes mucha más intimidad, aunque lleguen más tarde, es mágico. Pero los otros medios también son buenos, lo importante es que nos comuniquemos, sin decir mentiras, que seamos verdaderos.