Obra. Desde que se paralizó en 2007 el Ayuntamiento ha ordenado varias veces el vallado de la zona, para evitar actos de vandalismo - Archivo

TW
0

El Ayuntamiento de Maó ha retomado el expediente relativo a la obra paralizada en Cala Llonga, la aldea turística cuya construcción se detuvo en 2007 por orden municipal, y ha contestado los recursos planteados por la promotora, Cala Llonga Properties Development, todos ellos denegando las pretensiones de la empresa y abriendo un plazo para que los afectados puedan alegar.

En realidad se trata de un paso más para cerrar el expediente administrativo y dar así carpetazo a un proceso que ha durado más de cinco años y que, en el apartado judicial, se zanjó el pasado abril, cuando el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) falló a favor del Consistorio y de su decisión de paralizar la obra ante las irregularidades detectadas en la altura del edificio.

Los recursos de la promotora tramitados por el departamento de Urbanismo, que dirige la teniente de alcaldía Analía Noval, eran tres: contra la paralización de la obra -fue el que llegó a un contencioso y sobre el cual la Justicia dio la razón al Ayuntamiento-, otro con la petición de prórroga de los permisos, que según Noval, no procedía por haberse parado ya la construcción; y un tercero con un proyecto modificado que también se ha denegado.

Una vez finalice el plazo de alegaciones, este mismo mes, quedará cerrada definitivamente la vía administrativa de la promoción de la aldea turística, y llegará el momento de plantear una propuesta de demolición, en la que el Ayuntamiento ya se ha puesto a trabajar.

Propiedad
Todos los trámites, puntualizó Noval en declaraciones al "Menorca", han sido notificados tanto a la promotora como a la entidad financiera BBVA, que es ahora la propietaria de toda la promoción salvo de uno de los apartamentos, que todavía pertenece a Cala Llonga Properties Development y que tiene cargas debido al litigio en el que entraron la promotora y la constructora Sacyr.

Asimismo, el Ayuntamiento ha informado de todos los trámites realizados a la Asociación de Vecinos de Cala Llonga. Los residentes en esta zona del puerto de Maó fueron los que dieron la voz de alarma sobre la altura del edificio que se construía y que llevó al Consistorio a inspeccionar la obra y más tarde decretar su paralización. "Siempre se ha mantenido el contacto con los vecinos, les hemos informado de la idea que tenía el Ayuntamiento, de nuestra línea de trabajo, así como de la preparación de los recursos", señaló Noval, quien afirmó que recientemente se respondió una instancia presentada por la entidad vecinal para recabar más información del proceso.

Y es que la estructura del complejo de viviendas de lujo que no llegó a finalizarse tiene un impacto paisajístico pero también económico, ya que los propietarios ven cómo el valor inmobiliario de los inmuebles colindantes baja debido a la obra a medio terminar. La parte delantera del conocido popularmente como mamotreto de Cala LLonga linda con una línea de adosados que están a la venta y, además, en la parcela de la obra se han dado algunos robos del material que quedaba.

Noval apuntó que el Ayuntamiento ha cursado durante estos últimos años varias órdenes de ejecución de vallado del terreno para evitar precisamente el vandalismo; órdenes que, añadió, siempre han sido cumplidas por la propiedad.

La licencia para la construcción de las 38 viviendas de la aldea turística se concedió en 2004 de acuerdo con un estudio de detalle que podría ser el origen del problema, debido a las particularidades del suelo en Cala Llonga. Unas singularidades topográficas que el actual gobierno municipal "comprueba muy bien", señaló Noval.