Maó. Las camisetas verdes estuvieron ayer junto a la acampada de padres - Javier

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El movimiento de protesta por la política educativa del Govern y de apoyo a la huelga indefinida de los docentes va ganando intensidad en la calle. Las concentraciones se suceden, se convocan casi de un día para otro, pero consiguen un gran nivel de participación. En los centros, la protesta también se hace evidente de distintas formas.

Ayer hubo, al menos, tres concentraciones en espacios públicos. En la Plaça de la Catedral de Ciutadella se volvieron a reunir cientos de personas, la quinta vez esta semana. La manifestación impulsada por las APIMA de Sant Lluís en el Pla de Sa Creu también fue un éxito. Antes, por la mañana, docentes y estudiantes llevaron el verde de sus camisetas y el ruido de pitos y tambores ante la sede de la Delegación Territorial de Educación, en Maó.

Frente a estas dependencias se mantiene, en permanente crecimiento, la acampada de padres, que por turnos y gracias a las numerosísimas muestras de solidaridad, resisten en su protesta. Sara Casero, una de las primeras en acampar en la calle Josep Maria Quadrado, se mostraba ayer satisfecha porque una de sus dos reivindicaciones se ha visto atendida, el nombramiento de un interlocutor, de un delegado territorial. La segunda es el levantamiento de los expedientes a los tres directores. "Se empieza a ver una vía de diálogo". Vecinos y comerciantes de la zona les proveen de alimento y logística, "estamos muy contentos por la implicación de la sociedad civil, cada vez viene más gente, el descontento es cada vez mayor, incluso entre castellanoparlantes". En el campamento se recogen firmas por tres causas, una de ellas que el dinero que los docentes dejan de recibir por sus días de huelga se transforme en inversiones en sus centros docentes.

En el CP Mestre Duran de Alaior los padres retrasaron quince minutos su entrada al colegio por la falta de personal en el centro. La intención es que esta acción se repita cada viernes. Se da la circunstancia que los 22 alumnos de quinto y sexto de Primaria comparten aula y tutor, y a los primeros se les tiene que aplicar el decreto TIL y a los segundos no. La dirección del centro debe hacer malabarismos para cubrir la falta de recursos humanos.

La lucha continúa.