Los trabajadores del Consell temen acabar pagando los platos rotos del litigio con Cesgarden, S.L. y la sentencia que obliga a la institución a abonar una indemnización millonaria a la promotora de Son Bou. Los representantes de la plantilla han puesto sobre la mesa de la comisión de personal su petición de que se exijan responsabilidades políticas.
«Es una deuda generada por una mala gestión política y no sería justo que la acaben pagando los ciudadanos o los trabajadores. Hay malestar, no sabemos si el pago a Cesgarden afectará a la plantilla pero sí a los servicios», señalaron ayer fuentes sindicales.
El primer pago de 126.033 euros a la empresa debe pagarse el próximo mes de noviembre, según el calendario acordado, de modo que al finalizar este año se habrán cubierto dos cuotas y un total de 252.066 euros; en 2014 el Consell pagará la cantidad global de 1.369.993 euros.
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