El carácter abierto del centro de Santa Rita hace que algunos usuarios se pierdan por dentro.

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Lejos de aumentar la plantilla, tal como venían reclamando estos últimos meses los familiares, el Consell insular ha ampliado en seis el número de usuarios atendidos en el centro sociosanitario de Santa Rita, que ya acoge en total a 104 personas.

El comité de empresa reaccionó ayer al acuerdo y advirtió a la consellera de Bienestar Social, Aurora Herráiz, que «no sobra personal», sino más bien al contrario. La mayor prueba de ello es que, «gracias a las reivindicaciones de los familiares», se haya asignado a dos auxiliares de enfermería para que cubran cuatro horas más de atención diaria, repartidas en turnos de mañana y tarde. Si, a decir de la consellera, se cumplen las ratios mínimas de trabajador por usuario y «sobra personal, ¿por qué tenemos un refuerzo?», se preguntan.

Los representantes de la plantilla dicen ser «conscientes de que el centro es deficitario (no hay beneficios) y, como en todas las empresas públicas, este pretexto lo pagamos los trabajadores y los usuarios». Así que «estamos dispuestos a asumir a los seis nuevos usuarios que están por ingresar, pero pedimos que vengan acompañados de más personal», para así «mejorar la calidad asistencial» que reciben.

A través de un comunicado público, el comité de empresa invita «a los políticos» del área a «pasar toda una jornada laboral trabajando o poniéndose en el lugar de algún usuario que precise ayuda para todo» y darse cuenta así de que, en realidad, se precisa ampliar la plantilla.

Las ratios actuales «no cubren las necesidades de los usuarios» ya que, de las 104 personas atendidas en la residencia, «sólo 11 no necesitan ayuda para su actividad diaria. Todos los demás, en cambio, precisan ayuda para la higiene, ducha, vestirse, alimentación, acompañamiento al baño, cambios posturales y desplazamientos a otras áreas del centro». Y «solo» es posible atenderles por el «gran esfuerzo» que realizan los ocho auxiliares y dos celadores asignados a cada turno.

Familiares

La asociación que agrupa a los familiares de los usuarios también mostró ayer su incomprensión ante el aumento de residentes. Se trata, asegura el colectivo, de «una cabezonería injustificada» de la consellera Aurora Herráiz «por haber hablado» y cuestionado la falta de personal. Pese a ser legales, las ratios de trabajadores por usuario «son inhumanas» e invita a la consellera y a su director insular Carles Canes a «experimentarlo, atados a una silla de ruedas, con una venda en los ojos y con sólo dos duchas por semana».