La concejala de Gobernación, Juana Maria Pons, dio ayer por conseguido una de sus principales objetivos de este mandato. - Josep Bagur

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PP, PSOEy UPCMdieron luz verde anoche a la nueva ordenanza de ocupación de la vía pública de Ciutadella. La normativa restringe de manera drástica la exposición de mercancías en la calle por parte de los comercios, y éste fue el punto que suscitó el debate anoche entre PPy UPCMen el pleno del Ayuntamiento.

Para el concejal de UPCM, Joan Triay, el PPha cogido un camino demasiado directo para alcanzar un objetivo compartido. Triay comparte con los populares la necesidad de que el género expuesto en la calle sea un reclamo de lo que hay en el interior de las tiendas y no una extensión de las mismas. Ahora bien, matizó que«quizás hubiera sido mejor alcanzar progresivamente este objetivo».

En este sentido, el portavoz de UPCMdesveló que su partido había propuesto que los comercios solamente pudieran usar un espacio igual a la mitad de la extensión de la fachada del local para exponer género en la calle. «La medida propuesta por el PPgenerará seguramente muchas alegaciones», vaticinó.

De todos modos, a pesar de esta discrepancia, UPCMapoyó el texto propuesto por el equipo de gobierno, aunque apuntando otra diferencia de criterio en relación a los toldos. El partido Joan Triay, al igual que el PSM, era partidario de prohibir los toldos en todo el núcleo urbano de Ciutadella, y no solamente en el núcleo histórico, como finalmente se aprobó.

El PSMvotó en contra de la ordenanza, alegando que el texto se llevaba al pleno «de forma precipitada y sin concretar algunos puntos como el de la ocupación de las plazas». Los menorquinistas entienden que en algunos puntos se permiten unas ocupaciones excesivas del espacio público por parte de bares y restaurantes. «Es una lástima que el buen trabajo que se había hecho hasta ahora se acabe de esta manera simplemente por querer aprobar esta noche la normativa», concluyó Joana Gomila.

Sobre las plazas, JoanTriay también consideró «un grave error» establecer un límite de ocupación máxima de 60 metros cuadrados por local porque, en su opinión, «esto implicará reducciones innecesarias en plazas muy grandes, y en cambio en otras más pequeñas permitirá incrementos de ocupación muy importantes».

Por su parte, la concejala de Gobernación definió el texto aprobado ayer como«una ordenanza de futuro que posibilitará una imagen unificada e identificativa, y que hará que la ocupación de la vía pública tenga la mínima incidencia sobre los ciudadanos». El PSOEse limitó a expresar su apoyo al texto asegurando que «permitirá una ciudad más ordenada».

Los comerciantes echan en falta más tiempo para hacer sus aportaciones

La Asociación deComerciantes Ciutadella Antiga lamenta que la ordenanza que ayer se aprobó no se haya consensuado con el sector. El gerente de la entidad asegura que recibieron el borrador del texto tres semanas atrás y les concedieron un tiempo para aportar ideas que al final ha resultado más corto de lo que esperaban.

De todos modos, de lo analizado hasta ahora, Macià Coll asegura que «estamos de acuerdo en que la exposición de mercancías en la calle debe ser un reclamo, pero no hemos tenido tiempo de hablar con todos los asociados sobre si la propuesta de un metro cuadrado nos parece adecuada o no».

Sobre las terrazas de bares y restaurantes, Coll entiende que «quizás no deberían ser tan estrictos en las limitaciones siempre que se garantice el paso suficiente para circular por la zona». De todos modos, el gerente de Ciutadella Antiga considera que lo importante «es que salga una ordenanza consensuada que no vaya a modificarse a la primera de cambio, pues esto supone grandes cambios para los comercios».

Coll también considera importante que «además de ponerse unas normas, después se hagan cumplir».