El gerente, Antoni Aguiló, recogió el galardón en el Club Nàutic de Palma - Pere Bota

TW
0

La Cooperativa San Crispín sigue en su línea de promover e impulsar proyectos que beneficien no solo a los clientes sino también al productor local. En esta línea, la entidad está efectuando un exhaustivo estudio de viabilidad sobre las carencias de producción y las demandas de consumo para lograr la fórmula idónea que permita afrontar un modelo viable para las partes implicadas.

Así lo señala el gerente, Antoni Aguiló, quien resalta que la cooperativa dio un salto importante con la distribución del producto ecológico local que, sin duda, cubrió el vacío generado con la extinción de la Cooperativa Agraria Ecológica (Econura). No obstante, éste no es el objetivo final que pretende lograr la cooperativa. Aguiló indica que «queremos dar otro paso firme» para dar una mayor respuesta a los colectivos dedicados a la producción local. El planteamiento que está actualmente en fase de estudio, «para que su implantación se haga con garantías de éxito», pasa por ampliar «al máximo» la gama de productos con un incremento de la demanda por parte del consumidor. Este hecho repercutirá directamente en un crecimiento productivo para los agricultores.

Tal como señala Antoni Aguiló, el producto local debe estar presente en el supermercado todos y cada uno de los días del año. Para ello, cabe ampliar el número de variedades. No obstante, nunca hay que perder de vista la estacionalidad o temporalidad. «La gente debe conscienciarse de que el producto local no es un alimento de invernadero, hay que respetar sus ciclos naturales y buscar para cada época del año el producto que mejor se adapte las condiciones climáticas». La iniciativa permitiría recuperar productos que han dejado de producirse por falta de promoción o consumo.