Imagen de archivo de la carretera general entre Alaior y Maó.

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La nueva carretera general resultante de la mejora impulsada por el Consell aumentará un 11 por ciento la velocidad media en el tramo Maó-Alaior pero, pese a las cuatro grandes rotondas proyectadas en esos 11 kilómetros, el tráfico no crecerá. En 2033, cuando expire el plazo de 20 años de vida útil de la obra, tan solo circularán 12.778 vehículos al día, los mismos que una década atrás y 1.500 menos que hace siete años.

El proyecto, desde esta semana expuesto en la página web del Consell, estima que la intensidad media diaria de vehículos será la misma que en el periodo 2002-2012. De hecho, las cifras son inferiores en 3.000 vehículos a las de 2006, cuando el peso de los camiones y autobuses suponía un 10 por ciento del tráfico total. Ahora, con la crisis, ni siquiera llegan al 7%.

Pese a ello, la proyección realizada por el ingeniero Rodrigo del Pozo estima que el porcentaje de vehículos pesados será en 2033 superior al actual. Cada día circularán por el tramo Maó-Alaior 1.118 camiones y autobuses, el 8,75 por ciento del total. Eso siempre que se cumpla la previsión contenida en el documento, de 12.778 vehículos al día, aunque las diversas tendencias analizadas amplían la horquilla entre 11.700 y 15.800.

La propuesta que el Consell sacará a licitación pública amplía el ancho de la vía hasta los 12 metros, a razón de tres metros y medio por carril, que será de cuatro a cinco metros en las rotondas.

En la actualidad, se prohíbe adelantar en un 60 por ciento del trazado lo que, al tener que circular largo tiempo detrás de camiones, reduce la velocidad media del trayecto Maó-Alaior a solo 61 kilómetros por hora y sitúa la velocidad de flujo libre, la que se alcanza sin otros vehículos delante, en 81,2 Km/hora, lejos del tope de 90 que marcan las normas de tráfico.

No obstante, una vez se acometan las obras, ya solo estará vetado el adelantamiento en un 30 por ciento del trazado y la velocidad media subirá en torno al 11 por ciento. Será de 67,7 kilómetros por hora y se llegará a los 87,3 en flujo libre, casi un 8 por ciento más que ahora.

Los turismos no serán los únicos que podrán correr más. De hecho, su velocidad máxima seguirá fijada en 90 kilómetros hora, al igual que los autobuses, que la incrementarán desde los 80 actuales, y de los camiones, que tienen su límite en 70 kilómetros hora y podrán circular a 80.

Además, proclama el Consell, las infraestructuras planteadas en su propuesta «mejoran de forma muy significativa la seguridad viaria en la carretera, eliminando los giros a la izquierda y permitiendo los cambios de sentido mediante pasos inferiores». Eso, y la necesidad de reducir significativamente el número de accidentes, justifica, entiende, los 10.083.844,91 euros que pretende invertir en la obra, de los que 634.955 euros servirán para costear las expropiaciones necesarias. El plazo de ejecución previsto es de 16 meses. A partir del quinto mes se empezará a actuar en los pasos inferiores más próximos a Maó y culminarán los trabajos en la entrada a Alaior.

El Consell aprovechará la mejora para reponer las redes aéreas y subterráneas de telefonía y comunicaciones, así como el tendido eléctrico, y llevará a cabo también la canalización de la fibra óptica.