La consellera atiende las explicaciones de los técnicos durante el recorrido, ayer, por las aulas del colegio Maria Lluïsa Serra de Maó. - Javier Coll

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La Conselleria de Educación no baraja de momento la posibilidad de reubicar a los alumnos de los colegios Sa Graduada y Maria Lluïsa Serra, que comparten el edificio de este último y en el que ayer los técnicos de la UTE constructora analizaban los falsos techos para averiguar las causas del desprendimiento de varias placas.

Pese a las demandas de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) de Sa Graduada, que prefiere que los niños cambien de instalaciones hasta que no se certifique el buen estado del nuevo colegio, la consellera de Educación, Joana Maria Camps, declaró ayer durante la visita a las aulas afectadas que se trata de un problema «de pocos días» aunque, añadió, «si la situación se alarga se buscará otra ubicación» y la propia Conselleria emitirá un comunicado si mañana miércoles no se puede reanudar el curso, aseguró.

Aún así, Camps confía en que el miércoles pueda reabrirse el colegio aunque tampoco pudo ayer garantizarlo. «No abriremos si no hay una seguridad absoluta para los niños», afirmó.

Al mismo tiempo la consellera recalcó que «se avanza todo lo rápido que podemos, desde la semana pasada, cuando tuvimos conocimiento del problema, inmediatamente se envió al técnico del IBISEC y contactamos con la constructora».

La consellera escuchó las explicaciones de los técnicos de las empresas responsables de la obra -la unión temporal de Dragados y Juan Mora-, y recorrió algunas de las aulas afectadas, como la de tercer curso de Primaria en la que una placa cayó el pasado viernes.

Las directoras de ambos centros, Magda Llull (CP Maria Lluïsa Serra) y Amanda Camps (CP Sa Graduada) informaron también a la consellera de los incidentes registrados en los últimos meses con los techos. Así, recordaron que en noviembre cayó una placa en el comedor y otra en la sala de audición y lenguaje; también hubo un desprendimiento en el aula de apoyo y la propia directora de Sa Graduada se encontró la placa en el suelo «pero era el día de la huelga y no había nadie», señaló.

La alcaldesa de Maó, Àgueda Reynés, quien acompañó a Camps en la visita, se mostró preocupada por la situación y recordó que el Ayuntamiento aguarda las conclusiones del informe encargado al arquitecto municipal «y después actuaremos».

Mientras tanto los padres desconfían de que mañana puedan llevar los niños al colegio y denuncian que, durante la huelga, la Conselleria «presionó» para que los alumnos fueran a clase «y ahora nos los envían a casa y no dan una solución», afirmaron desde el AMPA de Sa Graduada.

La entidad insiste en que «se han perdido cuatro días y se están tomando el problema muy a la ligera

Las causas de la caída de las placas están por determinar

«Es difícil buscar responsabilidades sin tener la certeza de cuál ha sido la causa del desprendimiento», manifestó Joana Maria Camps a las preguntas de los periodistas sobre cómo es posible que un nuevo colegio sufra estos desperfectos transcurrido poco más de un año desde su apertura.

La consellera afirmó que el caso difiere del de Calós, «aquel es un colegio antiguo y se trata de un problema estructural». Las causas de que las placas de fibra caigan del falso techo de la escuela están por determinar. «No sabemos aún si se trata de un defecto de construcción o de mantenimiento», aseveró.