Un técnico comprueba una instalación doméstica de gas butano. - Archivo

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Las revisiones de gas «engañosas» continúan en la Isla a pesar de la advertencia que hacía la Dirección General de Salud Pública y Consumo del Govern hace tan solo unos días. La oficina de Consumo registró este miércoles una nueva reclamación por otra revisión de gas «dudosa» realizada el día anterior.

Cabe señalar que la reclamación interpuesta va en contra de Revisiones Levante SL, la misma empresa de las 26 solicitudes de arbitraje de Consumo registradas en la oficina de Menorca este año. Esta empresa no figura en la relación de técnicos acreditados de la Conselleria de Industria de Balears.

Además, en los últimos días ha sido presentada una nueva denuncia en la Comisaría de Policía de Maó relacionada con una revisión de la instalación de gas. La información oficial no indica qué empresa ha sido denunciada, por lo que no se puede asegurar que se refiera a la misma que ha motivado las reclamaciones en la oficina de Consumo. De todas formas, el importe de la posible estafa reduce la acción a una falta, por lo que no se practican detenciones, sino que se espera al resultado del correspondiente juicio.

La persona que presentado la última queja en Consumo es una señora mayor, de 86 años de edad, y que vive sola. Tal como cuenta Ana Cerdà en su reclamación, la esperaban en el portal de su domicilio indicándole que iban a proceder a la revisión de la instalación del butano. Cerdà no dudó en preguntarles si eran falsos revisores, a lo que los dos técnicos respondieron enseñándole un carné y una tarjeta. Finalizados los trabajos, los instaladores le exigieron el pago de 150 euros. En la factura figura, entre otros conceptos por cambio y sustitución de piezas, una cuota de contrato de mantenimiento anual de instalación de gas por valor de 41,43 euros.

La señora mayor resalta que no recibió ningún certificado por haberle revisado la instalación. Fue al día siguiente cuando Ana Cerdà se dio cuenta de que la factura había sido elevada y planeó la duda de haber sido engañada. Por ello, llamó a la compañía distribuidora Repsol-Butano preguntando si habían enviado a dos técnicos para la revisión del gas. Una respuesta negativa encendió todas las alarmas. Interpuso una reclamación en la oficina de Consumo.

La Dirección General de Salud Pública y Consumo del Govern alerta de un incremento de esta práctica durante este último año en Balears, y es precisamente en Menorca donde más casos se han detectado.