¿Sabía usted que en Menorca existen más de 120 variedades de árboles frutales autóctonos?, ¿Conocía la existencia de la nespla? ¿Y de la pomera capçana? El patrimonio etnobotánico de la Isla ha sido históricamente muy rico y así queda plasmado en la principal fuente escrita sobre esta materia, la obra del archiduque Luis Salvador de Austria «Die Balearen», donde se recogen más de cien variedades de plantas cultivadas.
No obstante, el constante incremento de la importación de material vegetal ha favorecido la desaparición de variedades tradicionales. Con el fin de frenar este proceso, Caritas puso en marcha la iniciativa «Arbres d'Algendar» para conservar y recuperar las variedades de árboles frutales tradicionales de Menorca a través de un programa de reinserción socio-laboral de personas en riesgo de exclusión.
17 personas que han podido beneficiarse de este taller este año. En concreto, siete con una beca de Caritas, otras siete con una Renta Mínima de Inserción y tres como un trabajo en beneficio a la comunidad. Supervisado por un educador social, dos monitores y una orientadora laboral, el taller forma a los usuarios y les prepara para su reinserción laboral. El proyecto, que ya cuenta con una trayectoria de siete años, pretende conservar y recuperar estas variedades mediante la creación de una colección o banco de variedades. Además, se lleva a cabo una producción de planta joven para su comercialización. Tal como señala la responsable de «Arbres d'Algendar» y técnico ambiental de Caritas, Gemma Casas, en el banco se guardan dos árboles de cada variedad. Hoy en día, la colección ya dispone de 120 tipos. Además, gracias al proceso de producción, ya disponen de más de 2.500 árboles para su venta, de un total de 93 variedades. Tienen dos años, de una altura media de un metro y medio, disponen de certificado ecológico y se comercializan en invierno. Ya están preparados para su venta o reserva. Se servirán a partir del 13 de enero. Casas explica que en lo que respecta a la parte social del proyecto, los usuarios trabajan en el vivero, que es el espacio de producción. Una vez superado este período, los árboles pasan al Barranc d'Algendar donde «engordan». La técnico ambiental señala que este año se comercializan algunas variedades recién recuperadas. Entre ellas, la pomera capçana, la prunera de Sant Jaume, el albercoquer vermell d'ou, la figuera de sa Senyora y la vinya moscatell.
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