Florit el pasado octubre, durante una sesión de grabación - M.F.

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La historia de un pueblo también es la historia de sus ciudadanos, de todos ellos. Cualquier recuerdo, por muy personal que sea, siempre está cargado de una información interesante para la memoria colectiva.

Ese es el campo en el que ahonda el proyecto Carrers Que Parlen, impulsado por Macià Florit, y que desde hace un par de días está ya operativo.

Ciutadella cuenta ya con su mapa de sonidos, historias asociadas a distintos rincones de la ciudad alojadas ahora en la «nube» y de acceso libre para todo el mundo.

En realidad ha sido dicho y hecho, ya que el origen de la iniciativa se comenzó a gestar en abril de 2013, cuando el proyecto fue uno de los elegidos por la convocatoria Thinkbig, de la Fundación Telefónica, entre cerca de 1.200 ideas que buscaban financiación.

La parte más laboriosa, la de documentación, se llevó a cabo el pasado mes de octubre. Micrófono en mano, Florit dedicó muchas horas a escuchar las historias de la gente interesada en participar. «Cualquier recuerdo siempre es interesante y puede tener valor, mucho más del que algunos piensan», confiesa.

Al final, 30 personas participaron en las grabaciones, que se tradujeron en 40 recuerdos asociados a distintos rincones de la ciudad en diferentes épocas. En total, 56 minutos y 55 segundos de historia.

Los contenidos de Carrers Que Parlen se pueden consultar a través de diferentes dispositivos electrónicos (móviles, tabletas, etc,) guiados sobre el terreno por la aplicación Sonic Maps, disponible en las plataformas para Iphone y Android.

Pero quien quiera sumergirse en la historias del proyecto no tiene por qué hacerlo necesariamente a través de esa vía, ya que los recuerdos se han colgado también en la plataforma soundcloud.com para que puedan consultarse de una forma más sencilla. En tan solo unos días, entre los 37 tracks de audio sumaban ayer ya más de un millar de reproducciones.

Explica Florit que el proyecto está en marcha, pero eso no implica que se quede ahí. La idea es que con el paso del tiempo el número de contenidos siga creciendo. «Lo bueno es que la parte más dura del trabajo ya está hecha. No sé cómo se seguirá desarrollando ni a qué ritmo, pero a partir de ahora todo resulta más fácil para que crezca», confiesa.

Más que historias
Pero en el proyecto no solo tienen cabida las historias asociadas a las calles, sino también a juegos tradicionales, como la «xaranga», o personajes de la ciudad, el doctor Jimeno por ejemplo, además de negocios tradicionales del estilo de Can Vicente.

Entre las historias favoritas de Florit figura la de un anciano que narra cómo se celebró con entusiasmo el premio Gordo de la lotería en 1935.

En definitiva, información que a buen seguro resultará de gran interés para los habitantes de la ciudad, pero que al mismo tiempo no deja de ser un nuevo recurso turístico para los visitantes.

En breve, el proyecto contará con un página web, en la que además de explicar el espíritu de la iniciativa se facilitará información sobre cómo disfrutar de la aplicación.

Florit confiesa que Carrers Que Parlen, que nació como una vía también para fomentar la participación ciudadana, le ha servido para «disfrutar y aprender mucho».