La playa y el paseo marítimo de la urbanización turística se convirtieron de alguna forma en un pequeño parque de atracciones con oferta tanto para grandes y pequeños. Eso sí, predominó un ambiente marcado por los deportes de tabla, como el surf y el skate, que representan de alguna forma el espíritu con el que nació esta concentración, que no obstante abarca un abanico de actividades de lo más diverso. «Una oferta muy variada, pero sobre todo mucho buen rollo», explicaban ayer los organizadores.
Durante las casi siete horas que duró la fiesta hubo tiempo para todo. Arrancó la jornada con un partido de rugby playero para los más deportistas más jóvenes. Mientras que los que se acercaron hasta Punta Prima con intención de pasear pudieron disfrutar de una exposición de vespas y coches antiguos. Después llegó el turno de las exhibiciones de patinaje en sus diferentes modalidades, entre ellas la denominada longboard, y hubo el suficiente para practicar windsurf.
El cielo despejado durante gran parte de la jornada y los 20 grados de temperatura que se alcanzaron en torno a las 14 horas, hicieron que las fiesta alcanzara su punto álgido a la hora del aperitivo, que se despachó con unas tapas de paella con bebida a precios populares.
Éxito de público
El evento volvió a ser un éxito de público, algo que quedo reflejado en un buen número de instantáneas que circularon por las redes sociales. Según las estimaciones de los organizadores, que ya avanzan que habrá tercera edición en 2015 y que aspiran a convertirse «en un evento de referencia, se pasaron a lo largo de toda la jornada por Punta Prima cerca de 4.000 personas.
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