Dolores Bernal, junto a la lápida a nombre del padre de Balada donde descansan sus restos en Ciutadella. | Josep Bagur Gomila

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Dolores Bernal Martínez (Murcia, 1936), autora de una reciente novela sobre la vida de Juan Ignacio Balada -ya repartida a todas las librerías de la Isla- ha impulsado una campaña de recogida de firmas para pedir a la Casa Real que ponga una lápida a nombre del mecenas en el mismo lugar del cementerio municipal de Ciutadella donde reposan sus restos, junto a los de su padre Ramón Balada Matamoros. «Si han recibido 10,6 millones de euros (de la herencia), ¡qué menos que regalarle una lápida con su nombre!», reza el texto que sirve de base para la recogida de firmas.

En este documento, Bernal lamenta que Zarzuela haya «ignorado» hasta ahora la petición que ya le cursó en este mismo sentido, y cuyo único objeto era garantizar «que sus amigos sepan dónde está enterrado para que puedan llevarle unas flores».

La diseñadora, que durante su estancia en Menorca se dedica a la trofología y a escribir libros sobre esta pseudociencia, insiste asimismo en reclamar a la Familia Real que «tenga en cuenta» su solicitud de construir una clínica para la convalecencia y recuperación de enfermos, un proyecto que -asegura- «Balada habría hecho realidad si no hubiera muerto». Pero el Jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín, dejó claro en su última correspondencia que la Fundación Hesperia, que administra el legado de Balada, «no está en condiciones de llevar a cabo el proyecto».