Manuel Avilés (izquierda) no puede pagar el préstamo de su casa. l FOTO PAH | Foto PAH

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Un grupo de activistas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) forzaron ayer la negociación de una dación en pago en la sucursal del Banco Santander Central Hispano (BSCH) en Es Castell. Los miembros de este colectivo, en apoyo de Manuel Avilés, amenazado por un probable desahucio al no poder pagar el préstamos hipotecario después de tres años en paro, acudieron a la oficina del banco para hablar con su directora y negociar una salida. Fueron remitidos a Aktua (antigua filial inmobiliaria de Banesto), una financiera dedicada al recobro de préstamos problemáticos que el Santander vendió al fondo 'buitre' Centerbridge en 2012.

Pero la PAH no admite negociar con estas subcontratas de los bancos y asegura que tanto Aktua como Promontoria y UCI «son Santander», aunque utilizadas como «fachada» para evitar la presión sobre la imagen del banco y dificultar la resolución de los problemas con las hipotecas. El afectado y sus acompañantes de la Plataforma lograron finalmente arrancar una cita para el próximo martes e iniciar así la negociación directa con personal del BSCH. Como otros afectados, Manuel Avilés reclama acogerse a la dación en pago y un alquiler social para salir adelante, ya que no puede pagar los plazos de una doble hipoteca que pesa sobre su vivienda y que suma 305.000 euros. Avilés se ha visto abocado a esta situación al perder el trabajo en 2011 y fracasar en el intento de montar un negocio por su cuenta. A los problemas laborales se unieron otros de salud y la consabida compra de su piso en plena burbuja inmobiliaria, en el año 2006, en Maó.