Los jóvenes estrenaron sus vacaciones con un refrescante chapuzón en Fornells | Josep Bagur Gomila

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Después de un viaje en barco desde Barcelona un tanto movido, con olas de hasta seis metros, el buque «Fortuny» de Transmediterránea atracaba a primera hora de la mañana de ayer en el puerto de Maó. De la maniobra de atraque fueron testigo directo desde el puente de mando los 25 jóvenes con enfermedades oncológicas que participan en el programa «Un niño, una sonrisa» y que pasarán una semana disfrutando de la Isla como parte de su terapia.

Explica Susana Ramos, responsable del proyecto, que el recibimiento que han tenido «no ha podido ser mejor», en una jornada en la que tuvieron la posibilidad de conocer Maó subidos en un tren turístico para después ser atendidos por la alcaldesa de la ciudad, Àgueda Reynés. Desde allí pusieron rumbo a Monte Toro, donde pernoctarán durante esta semana para la que les han preparado un amplio abanico de actividades: visitas culturales, paint ball, excursiones a caballo y viajes en catamarán, además de una noche de acampada en La Vall. Como estreno, ayer pudieron disfrutar de una divertida tarde surcando la aguas de la bahía de Fornells, donde lo pasaron en grande a bordo de kayaks.

«Un niño, una sonrisa» es un programa que nace con vocación de futuro y es posible gracias a la participación del Instituto de Investigación del Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona, la delegación menorquina de Bomberos Unidos sin Fronteras y la asociación Arca Menorca. Además, se han implicado en el proyecto 53 empresas privadas de Catalunya y la Isla.

Los organizadores han preparado para los visitantes una fiesta de despedida que se celebrará el próximo 9 de julio en el Recinto Ferial de Es Mercadal. Allí se celebrará un espectáculo musical que ya cuenta con la asistencia confirmada del barítono Joan Pons y los músicos menorquines Cris Juanico y Bep Marquès, además del cantante Fabio Cano.

Para su estancia en Menorca, los niños, con edades comprendidas entre los 8 y los 18 años, cuentan con el apoyo del servicio médico del Hospital Mateu Orfila. Según explica Ramos, la intención para futuras ediciones, cuyo destino está aún por decidir, la intención es ampliar el programa para que pueda ser disfrutado por un grupo de 60 pacientes.