Unas 120 personas contrarios al proyecto de la general llenaron la sala de plenos para presenciar el 'no' del equipo de gobierno | Javier Coll

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El último intento de frenar por la vía política las rotondas a nivel inferior proyectadas para la iniciada reforma del tramo Maó-Alaior de la carretera general (Me-1) se encontró ayer con la enésima negativa del equipo de gobierno de PP en el Consell Insular, que rechazó la propuesta del PSOE de suspender todos aquellos trabajos que afecten a las intersecciones en cuestión hasta las próximas elecciones del 24 de mayo del año que viene. 

 La propuesta fue defendida por el portavoz socialista Joan Marquès, quien recordó que en el pliego de prescripciones técnicas no figuraban las rotondas a doble nivel como solución y que su inclusión fue una decisión «política». El socialista recordó asimismo que la intención del equipo de gobierno era el desdoblamiento y denunció que su esfuerzo de consenso «solo ha tenido éxito dentro del PP» para que se aceptase internamente la alternativa a su promesa. 

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Por su parte, la portavoz del PSM, Maite Salord, dio apoyo a la iniciativa socialista y denunció que el proyecto se realizó «sin transparencia» y que solo se puso en conocimiento de la ciudadanía una vez redactado.

En el turno de réplica, el conseller de Movilidad, Luis Alejandre le recordó a la oposición que «nosotros gastaremos 8 millones para 12 kilómetros y ustedes gastaron 32 en 700 metros», en alusión a la variante de Ferreries, de la que más tarde Joan Marqués reconoció que «cuando veo el resultado reconozco que no lo volvería a hacer».

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