Tres candidatos. De izquierda a derecha, Eduardo Maspolet (independiente), Mae de la Concha (A Menorca, Podem) y Sigfrid Bernal (Som Podem), los tres militantes de Podemos que aspiran a ser el primer secretario general del partido en Menorca, en las elecciones primarias que empiezan la semana que viene. | Josep Bagur Gomila

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El debate entre los tres candidatos que aspiran a liderar Podemos en Menorca, organizado anoche por «Es Diari» en el Casino 17 de Gener de Ciutadella transcurría como marcaba el guión: presentación de candidatos, que si Podemos es una herramienta para el cambio, que el programa electoral lo va a confeccionar la ciudadanía, que Podemos es un movimiento transversal que nace desde abajo... Hasta que media hora después de iniciarse el coloquio saltó el primer lío.

Sigfrid Bernal, el candidato de Som Podem, cogió la palabra para anunciar que ha comunicado a la Comisión de Garantías del partido que las otras dos candidaturas (lideradas por Mae de la Concha y Eduardo Maspolet) incumplen el reglamento interno, al «alterar aspectos que no se pueden modificar». Ante la sorpresa de todos los asistentes expuso que los otros dos aspirantes a secretario general en sus proyectos reducen sus competencias. Motivo por el cual, cree Bernal, que si salen elegidos «pueden ser invalidados». Y ante las preguntas insistentes del público, apeló al sentido de la «responsabilidad» ya que si sale otro líder que no sea él, el partido puede acabar invalidando al secretario general.

Parte del público lo interpretó, y así se lo reflejaron en el turno de preguntas, como una apelación al miedo y a la incertidumbre para intentar cosechar votos a su favor. De hecho, la jugada no le debió salir muy bien. «Si me invalidan por tener menos competencias, pues bien, me invalidarán», le contestó Mae de la Concha. Y la sala rompió en aplausos. «Y en mi caso como me presento en solitario, si me invalidan quedaré fuera y ya está», replicó Eduardo Maspolet, ante más aplausos.

El debate quedó enrarecido por esta polémica, y en el turno de preguntas volvió a salir el tema de las discrepancias internas. De la Concha negó que hubiera «malos rollos», mientras que Maspolet hizo una llamada a la calma y Bernal destacó que «lo más importante es la participación ciudadana y la transparencia».

Polémica al margen, la hora y media que duró el debate dio para mucho más, aunque muchos temas quedaron sin desvelar, como si Podemos pactaría con los partidos de izquierda en el Consell. «De lo que se trata ahora es de organizar el partido, no hacer un programa electoral», remarcaron varias veces, y «lo que vamos a hacer lo va a decidir la ciudadanía», puntualizaron.

Mae de la Concha lamentó «las prisas» en todo este proceso, pero recordó también «que hay mucha ilusión» ya que «este año es el del cambio, y lo tenemos que aprovechar, no podemos dejar pasar el tren». Aseguró que no quiere hacer carrera política, ya que entiende que «el poder es como el dinero, una droga dura».

Por su parte, Eduardo Maspolet resaltó la necesidad que tiene el país de un cambio político y que «Podemos es la herramienta» para ello. Expuso que en Podemos «no es de gente de izquierda, ni de derechas, sino que es para trabajar para la gente que lo está pasando mal».

Sigfrid Bernal remarcó que uno de los grandes retos de Podemos en Menorca «es conquistar el Consell» y «lo podemos hacer», aunque matizó que sería un error hacerlo con pactos preelectorales con Esquerra Unida o con Més. Enfatizó en la importancia de la lengua y la cultura propia de Menorca, como «elemento de cohesión social».