La consellera Aurora Herráiz y la directora insular Sandra Fernandez han presentado el estudio este viernes | Gemma Andreu

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Los jóvenes menorquines inician su actividad sexual cada vez más temprano y las chicas son más precoces que los chicos. El comportamiento sexual de los jóvenes ha cambiado en la última década, y ahora la edad media de inicio de las relaciones sexuales se sitúa en los 15 años, dos años antes de lo recomendado por los expertos. A ello, cabe sumar que el 58 por ciento de las chicas han tenido experiencias sexuales con penetración, doce puntos por encima de los chicos.

Así se desprende del estudio elaborado por el departamento de Bienestar Social y Juventud del Consell con el fin de hacer una radiografía de la actividad sexual de los jóvenes de la Isla y poder, así, orientar correctamente las campañas de información y prevención que se impulsen desde el Ejecutivo insular. Este informe se realizó en los años 2003 y 2011 en base a 1.506 encuestas entre estudiantes de tercero y cuarto de Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato y Programas de Cualificación Profesional Inicial (PQPI). En concreto, se rellenaron 873 formularios en 2011 que se han podido confrontar con los cuestionarios realizados a 633 estudiantes de 2003.

Así, este estudio desvela que el 80 por ciento de los jóvenes ha tenido algún tipo de experiencia sexual, ya sean caricias encima de la ropa (el 27 por ciento), contacto íntimo sin penetración (el 21,4 por ciento) o relaciones coitales (un 51,6 por ciento). En lo que respecta a los jóvenes de 14 y 15 años, este estudio detecta que así como una de cada tres chicas ya ha tenido una actividad sexual plena, en lo que respecta a los chicos, la cifra baja considerablemente y no se alcanzan los dos casos por cada diez. No obstante, estos datos se disparan en los jóvenes de más de 18 años. El 77,7 por ciento de los chicos ha mantenido relaciones con penetración frente al 85,1 por ciento de las chicas.

En Menorca, la edad de las primeras caricias de carácter sexual se traslada a los 13 años, el primer contacto íntimo a los 14 y las primeras relaciones sexuales con penetración a los 15 años.

La frecuencia de la actividad es, en la mayoría de los casos, semanal (para el 36,1 por ciento) o esporádica (para el 33,1 por ciento).

Este estudio también detalla que aunque el 52,5 por ciento de los estudiantes utiliza el preservativo para prevenir el embarazo, otro 11,3 por centro desvela no haberlo utilizado nunca. Su uso es mucho más frecuente entre los chicos que entre las chicas. En este sentido, la directora insular de Juventud y coautora del estudio, Cristina Fernández, indica que las mujeres huyen aún de llevar encima el preservativo a la espera de que sean ellos los responsables del anticonceptivo. Asevera que las mujeres son más vulnerables a ser contagiadas de cualquier enfermedad, por lo que no deberían bajar la guardia y hacerse respetar ante el riesgo que corren. Además del preservativo masculino, los jóvenes utilizan como anticonceptivo la píldora y el coito interruptus.

Respecto a la postura sobre el aborto, solo el 5,2 por ciento se manifiesta contrario. El 51,3 por ciento piensa que solo debería practicarse en casos excepcionales y el 43,5 por ciento que debería permitirse si se lleva a cabo durante las primeras semanas de embarazo.

Este estudio también valora los mitos y creencias de los jóvenes respecto a la actividad sexual. En este sentido, Fernández apunta que la realidad es mucho menos distorsionada entre aquellos estudiantes que han realizado algún curso del programa de Salut Jove. De ahí que Herráiz considere que «vamos por buen camino en lo que respecta a la información que se ofrece en estos talleres». No descarta abordar campañas más específicas.

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