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A la Germandat de Donants de Menorca se le ha helado la sangre. La junta rectora de la entidad, y en consecuencia, los cinco miembros de la junta directiva, presentaron ayer su dimisión «irrevocable», una decisión tomada en bloque durante la última reunión que el grupo mantuvo el miércoles.

La hasta ahora presidenta, Rafaela Fiol, indica que no hay un solo motivo que les haya llevado a dejar el timón de este barco sino que ha sido «un cúmulo» de pequeños gestos que han ido posándose en el vaso hasta colmarlo. Y a pesar de evitar entrar en polémica, indica que «la junta se ha sentido infravalorada» por parte de la Fundació Banc de Sang i Teixits de Balears. Afirma a su vez que «todos somos voluntarios y nadie acepta el cargo para tener más dolores de cabeza que alegrías».

En una carta remitida por la junta rectora, la Germandat detalla que la directiva trató de ser «independiente» respecto de la Fundació por primera vez en temas como «la toma de decisiones en la organización de la Diada, la asamblea general o en intentar lograr nuevos donantes», a pesar de saber que «somos meros colaboradores en la organización de las colectas». Aquí apareció el primer obstáculo, indica. Agrega que en estos dos años «ha cambiado el sistema de trabajo, se han aprovechado viajes personales para tratar asuntos con la Fundació con el fin de reducir gastos a la Germandat, la tesorería se ha gestionado directamente y de una forma más transparente», pero no se han sentido «lo suficientemente respaldados» hasta cansarse de encontrar obstáculos «absurdos e inútiles».

A partir de ahora se abre un período de incertidumbre para la Germandat. Y es que su continuidad pende de un hilo. La junta rectora volverá a reunirse el 19 de septiembre para tratar el tema y da de plazo hasta noviembre cuando se prevé convocar una asamblea extraordinaria. Si en ésta no se surge una nueva junta, la Germandat se verá abocada a su disolución. En este sentido, y de forma personal, Fiol indica que la Germandat es necesaria para colaborar en las colectas y en la organización de la Diada. «Hace falta un grupo de voluntarios pero no una infraestructura como la que tiene montada la entidad».