En la finca de Binifadet empezaron a vendimiar el jueves y dedicarán dos semanas a las variedades blancas y dos más a las negras | DAVID ARQUIMBAU

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Los productores de vino de Menorca empiezan estos días a vendimiar con muy buenas expectativas. La climatología, con altas temperaturas y pocas lluvias, ha contribuido a mantener los viñedos saneados, permitiendo un buen proceso de maduración de la uva. Todo apunta a que la de este año será una vendimia de récord, donde se superaran todos los registros tanto en cantidad como en calidad. De este modo, el sector vinícola refuerza las perspectivas de crecimiento que ha registrado en la última década. En tan sólo diez años, ha pasado de producir poco más de 4.000 litros a cerca de 120.000.

Este crecimiento va ligado a la creciente aceptación comercial de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Vi de la Terra de Menorca. Actualmente, se encuentra en la mayoría de cartas de los restaurantes, se conoce ya su calidad entre los residentes y muchos turistas lo valoran como  producto de proximidad. Todo esto hace que la demanda no pare de aumentar y permite a los productores seguir invirtiendo en más hectáreas, innovando y, en definitiva, mejorando el producto.

De hecho, son mínimos los excedentes que quedan en las bodegas al finalizar cada temporada. Por estas fechas, algunos productores ya han agotado sus existencias, sobre todo de vino blanco y rosado, lo que permite pensar que sigue habiendo mercado para seguir creciendo.

Posicionamiento
El gerente de Binifadet, Lluís Anglés, reconoce que están en «un momento bastante bueno, donde hay cada vez más consumo, en gran parte gracias al buen posicionamiento que tienen nuestros vinos». Binifadet es la bodega que más produce, con cerca de 90.000 botellas. Aún así, tienen previsto aumentar paulatinamente la producción.  

Por su parte, el responsable de Binitord, Toni Salord, destaca la «gran aceptación del vino de Menorca entre los restauradores, lo que permite vender más».  Señala, también, que «no podemos competir en cantidad para poder tener precios más bajos, por lo que debemos centrarnos en mejorar la calidad».  

El viticultor y propietario de Sa Forana, Xavier Solano, puntualiza que «ha sido un año difícil, lo que supone un reto, pero suelen ser los años con vinos más interesantes, con más matices». Cabe destacar que Sa Forana este año sacará al mercado, por primera vez, cerca mil botellas de vino blanco. Respecto al buen momento del sector, señala que «la situación es fantástica. Estamos creciendo en cantidad, pero sobre todo en calidad».

En la finca de Sant Patrici aún no ha empezado la vendimia. Su gerente, Lluís Casals, explica que no produce vino blanco, el primero que se recoge, pero avanza que tiene previsto empezar a plantarlo, si puede, «este mismo año para poder hacer la primera cosecha en tres o cuatro».

Por último, Crispín Mariano, de Bodegas Menorquinas, destaca el «desarrollo exponencial del sector en la Isla», aunque matiza que desearía que se siguieran abriendo paso en el mercado menorquín, donde muchos aún «deben conocer las bodegas y la historia moderna del vino en Menorca».