El don innato de Indigo. La niña de Ciutadella posee un registro único que ha fascinado al público en sus actuaciones, la última, el pasado miércoles en que cantó con Leonmanso en la Plaça d’Artrutx. | Tesa Salvador

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Se llama Indigo Salvador Swanepoel, tiene 10 años y será la primera concursante menorquina del programa «La Voz Kids». Telecinco emitirá el lunes, a partir de las 21.50 horas, la audición a ciegas que protagonizará la niña de Ciutadella. Con su actuación tiene que conquistar a alguno de los coaches de esta segunda edición del show,  Manuel Carrasco, Rosario Flores y David Bisbal, para poder ser seleccionada y continuar concursando en el programa de talento.

Llegar hasta aquí ya ha sido un importante estímulo para esta niña que tiene un don innato para el canto y la música. Nacida en Londres en 2005, de madre menorquina y padre sudafricano, Indigo «aprendió a cantar antes que a hablar», recuerda su madre. Su facultad natural se ha desarrollado en un ambiente familiar de gran afición por la música, tanto por parte materna como paterna. No solo va a todos los conciertos con sus padres, sino que la música forma parte de la vida cotidiana familiar.

Indigo, que empezará quinto curso en el colegio Nuestra Señora de la Consolación, está formando sus aptitudes musicales con clases de piano y canto en Sa Fàbrica de Músics de Ciutadella.

Fue a través del centro formativo de música que en su casa se enteraron del casting de «La Voz Kids».

Presentaron la solicitud y a finales de septiembre del año pasado enviaron vídeos caseros de Indigo cantando. La voz de la niña gustó y los responsables del programa telefonearon a su casa para que se presentara al casting presencial realizado en Madrid en octubre del año pasado. Indigo fue seleccionada para la audición a ciegas frente a los tres miembros del jurado y que se emitirá el lunes en prime time.

Si consigue seducir al jurado con su voz como lo ha hecho las ocasiones que ha actuado en público en Menorca, la niña será seleccionada. Indigo posee un registro único y especial, además de tener muy buen oído para aprender, a la vez que disfruta cantando. El miércoles cantó con Leonmanso en la Plaça d'Artrutx, y volvió a meterse el público en el bolsillo. Su próximo reto es aprender a bailar porque su sueño es llegar a ser cantante de musicales en Broadway.