Desoladora imagen que muestra como están los asentamientos de Tindouf. En tres de ellos viven la mayoría de los niños acogidos.

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No para de llover. Desde el pasado sábado las lluvias torrenciales azotan los campamentos de la población refugiada en Tindouf, lugar de donde proceden los 95 niños y niñas saharauis que este año fueron acogidos en verano por familias de Balears, diez de ellos en Menorca.

Multitud de casas (todas de adobe) han sido destruidas, al igual que las tiendas de campaña (frágiles hogares de parte de la población) ubicadas en las wilayas (asentamientos) de Auserd, Dajla y Al Ayun, donde viven los niños.

«Está todo destrozado, están sufriendo lluvias torrenciales desde hace varios días. Los que han podido, se han ido a las zonas altas. Los daños aún no están cuantificados, pero muchos lo han perdido todo, desde la casa hasta las reservas de alimentación, utensilios domésticos, etcétera. Estamos en contacto con las familias de Balears y las de Tindouf», afirma Catalina Rosselló, vicepresidenta de la Associació d'Amics del Poble Sahrauí de Balears.

Es tal la catástrofe, la peor de la zona en los últimos 40 años, que 2.650 familias saharauis se han quedado sin casa ni reservas de alimentos. Las fuertes lluvias han afectado gravemente a los 16.000 refugiados que habitan estos campamentos, aseguran desde la Associació d'Amics i Amigues del Poble Sahrauí de Menorca.

Se da la circunstancia de que hace un año los campamentos ya padecieron graves inundaciones y la asociación menorquina junto al Fons Menorquí de Cooperació lanzó un proyecto, presupuestado en 17.000 euros para reconstruir edificios y comprar alimentos.

Las asociaciones insisten en que «es muy difícil mandar ayuda desde aquí a las familias, actualmente es lo más complicado. Sabemos la gran preocupación de muchas de las familias de Balears. Lo positivo, dentro de esta situación tan grave en Tindouf, es que no se han lamentado hasta la fecha daños personales, sólo materiales», señala Rosselló.

La Associació d'Amics i Amigues del Poble Sahrauí de Menorca recuerda que «se trata de una emergencia humanitaria en unos campamentos de refugiados que son responsabilidad de España, debido a su abandono hace ahora 40 años».

La asociación menorquina, que colaborará con una aportación de 2.000 euros, hace un llamamiento de ayuda económica para la compra de alimentos y medicinas. Para ello ha abierto una cuenta corriente, cuyas aportaciones serán transferidas a los afectados (ES59 2056 0012 24 4102004367).