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La Federación de Servicios Públicos de UGT ha denunciado que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Maó, obstruye la negociación colectiva del personal.

En un comunicado, el sindicato afirma que «las trabas y cambios de criterio de los responsables del consistorio en la composición de la mesa general de negociación de los empleados públicos obstaculizan el desarrollo de la negociación de las cuestiones laborales».

Para reconducir esta situación y evitar un conflicto innecesario, UGT ha emplazado al Ayuntamiento de Maó a realizar una nueva convocatoria para «la correcta constitución de la mesa general de negociación e iniciar un proceso de diálogo que ayude a la recuperación de los derechos del personal así como la mejora de los servicios que prestan a la ciudadanía».

El sindicato ha denunciado que en la reunión celebrada el viernes para constituir esta mesa de negociación «los representantes del Ayuntamiento adoptaron un injustificado cambio de criterio en su composición».

El Estatuto Básico del Empleado Público limita a un máximo de quince miembros por cada una de las partes -administración por una parte y sindicatos por otra-. Se fijó en ocho el número de representantes de los sindicatos, explica UGT.

La anterior distribución era de cuatro representantes para CCOO, con un 50 % de representación; dos para UGT, con 33 %, y dos para CSIF, con 16,67 %.

Tras las últimas elecciones sindicales, CCOO cuenta con un 33 por ciento de la representatividad, por lo que, según UGT, le corresponderían tres miembros; a UGT con 67 % y le corresponderían cinco miembros; mientras que CSIF, al carecer de representación, no tiene a derecho a formar parte de la mesa.

UGT ha denunciado hoy que «los responsables del Ayuntamiento, en un ejercicio de falta de respeto a los resultados de las últimas elecciones sindicales en las que UGT obtuvo la mayoría absoluta en ese foro de negociación, han propuesto que la representación de los sindicatos fuera de dos miembros de UGT y dos de CCOO».

«Parece que los responsables municipales cambian de postura en función de quien gane las elecciones sindicales en el consistorio», ha afirmado el sindicato, que ha calificado este hecho de «ejercicio antidemocrático que pone en cuestión la opinión de los trabajadores municipales que otorgaron su confianza a la UGT para representarles».