Imagen de un pleno municipal de Alaior | Josep Bagur Gomila

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La presidenta del Consell, Maite Salord, se ha quedado sin dependencia municipal para hablar en Alaior sobre la carretera general. El Ayuntamiento ha decidido revocar la autorización de la Sala de Actividades Ciudadanas dos días antes del acto, programado para mañana jueves a las 20 horas y que organiza Junts per Lô.

El equipo de gobierno municipal alega «deslealtad institucional» por parte del partido de la oposición y que «ha instrumentalizado a la presidenta del Consell para afrentar al Ayuntamiento». La revocación de la autorización fue notificada este martes tanto a la presidenta del Ejecutivo como al portavoz de Junts per Lô, una actuación que el partido organizador tacha de «pataleta de niño pequeño», de «desmesurada y sin sentido» tanto en las formas como en las palabras utilizadas para desacreditar el acto. «Nos han sorprendido las formas y la excusa, no tiene ni pies ni cabeza, no entendemos el fondo», lamenta el portavoz de Junts per Lô, Llorenç Pons.

Todo comienza cuando Junts per Lô solicita la sala para un taller sobre la rotonda de la carretera general para el día 11 de febrero que luego cambia para el 18. El Ayuntamiento opina que «el portavoz de Junts per Lô ocultó en todo momento la identidad de la persona que protagonizaría el acto». A este «juego sucio», según el gobierno, añade que el Ayuntamiento presentó una moción sobre la carretera sin recibir «ninguna información por parte del Consell».

La gota que ha colmado el vaso es que «la presidenta no viene a Alaior como un ciudadano más, sino como presidenta y debe comportarse como tal, con todo lo que conlleva el cargo» y agrega que «lo primero son las formas de cortesía básica». Rodríguez explica que en la carta remitida a Salord «destacamos el agravio urdido a conciencia por el grupo de la oposición y la nula atención de la presidenta al correcto proceder protocolario».

En este sentido, dice que «el protocolo marca que la presidenta no puede ir a un ayuntamiento sin comunicarlo» y agrega que «la alcaldesa no tiene que enterarse ni por la prensa ni por internet de la visita de la presidenta, invitada por los de Junts por la puerta falsa». Considera que «un grupo político no puede capitalizar, en el espacio institucional, una información que ha sido requerida a través de una moción», un aspecto que tacha de «descortés, maleducado, inadecuado y soez».

Junts per Lô denuncia que el anuncio se haya hecho a tan solo dos días de celebrarse el acto y se pregunta si el partido no puede invitar a quien quiera. Asegura que cuando se solicitó el permiso desconocía quien asistiría al acto del departamento de Carreteras. Y concluye que «cada uno juzgue la acción y valore si tiene sentido». Además, recuerda al gobierno que la oposición se entera en la calle o en la prensa de muchas acciones que lleva a cabo el PP.