El Consell prevé regular la oferta de servicios, entre ellos, el alojamiento, en edificios existentes de los alrededores del Camí de Cavalls | ARCHIVO

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El Consell de Menorca ha fijado su postura como equipo de gobierno de cuáles tienes que ser los criterios generales para la futura revisión del Plan Territorial Insular (PTI) que se hará  a lo largo de este mandato. Ha redactado hasta 50 puntos que marcan las modificaciones que se pueden plantear en el futuro planeamiento urbanístico de Menorca.

El conseller de Ordenación Territorial Santiago Florit asegura que es un «punto de partida» para «abrir el debate social» del nuevo PTI y que el Consell ha dado de plazo hasta el próximo 18 de marzo para que los ayuntamientos, partidos, entidades y particulares puedan plantear propuestas, que complementen, añadan o sustituyan estos planteamientos iniciales.  Una vez acabado «el proceso de participación», el gobierno del Consell redactará el documento con los criterios definitivos para que sea aprobado en el pleno de abril, y poder incorporarlo en las bases del concurso para contratar al equipo redactor del nuevo PTI, que previsiblemente se licitará a partir de octubre.

Los 50 criterios abordan multitud de temas, que van desde la planificación territorial, el medio ambiente, el medio rural, las actividades turísticas, el sistema viario, la protección del patrimonio, energía, agua, residuos, así como los núcleos rurales y los núcleos urbanos.

Una de las ideas que se desprende del documento es que el futuro PTI abre la puerta a poder desarrollar nuevas actividades en suelo rústico con el objetivo de diversificar el sector agrario. El gobierno del Consell lo enmarca en la necesidad de «garantizar el mantenimiento de las actividades agrarias como sustrato del modelo territorial de Menorca» y con el objetivo de «diversificar el producto turístico hacia fórmulas de disfrute de la naturaleza».

De este modo,  apuesta por «regular nuevas modalidades de alojamiento y acampada controlada en zonas anexas de las viviendas de las explotaciones agrícolas cercanas al Camí de Cavalls y otros caminos de interés», a la vez que contempla «regular la pernocta y la oferta se servicios» vinculados a la actividad que genera el principal sendero de la Isla. Eso sí, siempre «en edificaciones existentes» y «con todas las garantías de protección medioambiental y patrimonial».

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