Instalaciones del parque de bomberos del aeropuerto. | Javier Coll

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A las puertas de la Semana Santa y del inicio de una nueva temporada turística, el aeropuerto afronta un conflicto laboral por la decisión de Aeropuertos Españoles (Aena) de no reconocer, si no es mediante una resolución judicial, la condición de trabajadores fijos-discontinuos interinos de cuatro bomberos que habían trabajado ya para el servicio de extinción de incendios de las instalaciones y que están pendientes de consolidar su empleo.

La sección sindical de Comisiones Obreras (CCOO) en Aena denuncia que en este momento se han roto las negociaciones con la empresa y augura problemas de plantilla en abril, cuando comienza la temporada alta en el aeropuerto. El de Menorca es un aeródromo estacional por lo que varía el número de bomberos en temporada alta y baja. Mientras que en invierno la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) fija una dotación mínima de un jefe de servicio y cuatro bomberos por cada turno, en verano (del 1 de abril al 31 de octubre) ese mínimo se establece en un jefe más seis bomberos por turno.

Con anterioridad, alega el sindicato, la reclamación para convertirse en fijo-discontinuo interino era aceptada habitualmente por Aena sin necesidad de ir a juicio, como previsiblemente ocurrirá este año. Los representantes de los trabajadores advierten que si no se cumplen los mínimos de plantilla de bomberos, algunos vuelos pueden verse comprometidos y no aterrizar en la Isla.

Aena niega que la operativa del aeropuerto pueda verse afectada  «en ningún caso», ya que se asegurará la plantilla necesaria, en coordinación con el servicio de extinción de incendios, para cubrir todos los turnos del verano. Sobre la decisión de acudir a juicio para la conversión de los eventuales, Aena indica que como sociedad mercantil estatal está sujeta a los  Presupuestos Generales del Estado de 2016, que solo autorizan la oferta de plazas correspondientes a la cobertura de tasa de reposición, esto es, fallecimientos o jubilaciones, y no autoriza plazas destinadas a cubrir otro tipo de necesidades como las que ahora se reclaman en el aeropuerto.