Imagen de una de las protestas vecinales del pasado enero

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El fin del reparto en las urbanizaciones está provocando que se acumulen miles de cartas en la oficina de Correos de Ciutadella. Resulta que si el destinatario no va a recoger la correspondencia en un plazo de 15 días, la empresa pública la debe retornar al remitente. Según el delegado sindical de CGT, Toni Joan, se llegan a acumular más de 20.000 cartas cada dos semanas, puesto que la mayoría de los 6.000 residentes en las urbanizaciones no pasan por la oficina a comprobar si han recibido correo.

Este hecho ha obligado a la empresa a contratar un refuerzo temporal para hacer frente al incremento de trabajo en la oficina. Desde el sindicato CGT desconfían de la verdadera intención de Correos de ampliar la plantilla y consideran que todas las decisiones tomadas en los últimos meses pueden esconder una voluntad de despedir a personal. Toni Joan sostiene que «si ahora las cartas se quedan en la oficina y no se reparten, pueden alegar una reestructuración de personal y, en definitiva, la reducción de la plantilla».

Desde la Asociación de Vecinos de Cala en Blanes, una de las más beligerantes con la finalización del reparto en los núcleos periféricos, están ultimando un escrito al Defensor del Pueblo junto a las más de 2.000 firmas recogidas, con el objetivo de recuperar el servicio postal que tenían hasta el pasado 4 de febrero.

El vicepresidente de la entidad, Joan Sastre, afirma que «de momento hemos aparcado las movilizaciones y acciones de protesta para ver como evoluciona la situación y qué respuesta da el Defensor del Pueblo», a quien también se ha dirigido el Ayuntamiento.

Los vecinos contrarios a la decisión de Correos se dan un tiempo prudencial antes de volver a salir a la calle a protestar.