Imagen de archivo de uno de los momentos del proceso de restauración del claustro de Alaior.

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Más del 50 por ciento del espacio del Pati de sa Lluna se dedicará a explotaciones con ánimo de lucro, es decir, a actividades comerciales y económicas. Las modificaciones en el plan de usos que pactaron el Ayuntamiento de Alaior y el anterior Govern dejan la parte cultural en segundo plano.

La Associació Cultural S'Ull de Sol -que ha seguido de cerca el proyecto desde sus inicios- lamenta, en una carta que se reproduce íntegramente en la sección de opinión, que el equipo de gobierno solicitara introducir cambios en la restauración del claustro. Las modificaciones «suponen que la obra pública pagada con dinero de los contribuyentes y de la Unión Europea incluya un restaurante y cuatro tiendas, desplace la muestra etnográfica que era el fundamento principal, a un papel secundario y se priorice la exposición de calzado». Agrega que «no será ni el edificio para revitalizar la producción cultural del pueblo en invierno ni se convertirá en el centro turístico que necesita en verano».

Además, denuncia que las salas para la actividad de cultura en la planta baja queden reducidas a espacios insuficientes. La asociación recuerda que el plan director fue aprobado por pleno municipal, participado por la ciudadanía y sin que el PP objetara al respecto. De ahí que el colectivo no entienda que el equipo de gobierno modificara después el plan de usos «a escondidas» y por la «vía de los hechos consumados».  No se plantea tampoco ninguna oficina de información turística  cuando el edificio pertenece a la Conselleria de este ramo.

«S'Ull de Sol» da también un tirón de orejas al Govern por desentenderse del proyecto. «Mallorca cae lejos y el gobierno actual asumió el proyecto que les dejó el PP sin revisar nada en absoluto». Lamenta que las otras administraciones hayan dejado hacer sin implicarse ni tener conocimientos al respecto. Estos cambios vulneran, asegura la asociación, el Plan Director además de traicionar el proyecto presentado a la Unión Europea que, si hubiera sabido el fin último de la ayuda, de «ninguna manera la habría otorgado».