La oposición de Ciutadella, en el pleno del jueves | Josep Bagur Gomila

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La oposición de Ciutadella no comparte la propuesta del gobierno tripartito para regular el uso de los patios interiores en el casco antiguo del municipio. Sin embargo, tanto PP como UPCM han decidido que no presentarán alegaciones a la nueva ordenanza durante el proceso de exposición pública.

Coinciden también en que la larga tramitación de la norma, junto a la requerida modificación del Plan Especial, dificultará enormemente que los patios interiores puedan usarse a lo largo de la temporada turística.

El portavoz del PP, Juanjo Pons, asegura que la propuesta del Ayuntamiento «no tiene en cuenta a ninguna de las partes implicadas». Lamenta que las reuniones que se han llevado a cabo en los últimos meses para recabar aportaciones de restauradores, vecinos y partidos políticos «ha sido un paripé, porqué a la hora de la verdad tan solo han valorado las propuestas de los partidos en el gobierno», sostiene. Para los populares, la nueva ordenanza «es una equivocación y perjudica al sector económico». Pons defiende que la norma que debería imperar para regular el uso de los patios interiores es la de molestias y ruidos, de manera que se proteja el descanso de los vecinos. A su vez, entiende que para agilizar la tramitación, era más fácil modificar las ordenanzas existentes, añadiendo las consideraciones oportunas, que llevar a cabo toda la tramitación de una nueva norma, que además «puede invadir competencias de turismo», avanza. Para no alargar más el proceso, entre otros motivos, han decidido no presentar alegaciones.


UPCM

El otro partido de la oposición reconoce que la propuesta municipal se asemeja a la suya. Sin embargo, discrepa de ella en algunos puntos. El portavoz del grupo, Joan Triay, defiende que la ordenanza «no es equitativa» y que el Consistorio se ha puesto del lado de los restauradores en cuanto a horarios se refiere. Entiende que, si bien los empresarios luchan por abrir más horas durante los meses de verano por la mayor demanda, también es cierto que es la época en la que los vecinos suelen tener las ventanas abiertas y, por tanto, el ruido es mucho más molesto. Su propuesta mantenía el mismo horario de cierre durante todo el año, para garantizar el equilibrio entre comerciantes y vecinos.

Triay entiende que «es muy difícil que puedan abrir toda la temporada debido a la demora acumula» y acusa al Ayuntamiento de no haber tramitado la nueva ordenanza durante el invierno. «No es un equipo rápido ni ágil», manifiesta. Asimismo, considera incomprensible que el gobierno no llevara la propuesta por vía de urgencia en el pleno del jueves, «habría podido agilizarse el proceso», asegura Triay.