Imagen de una terraza exterior de un bar del casco histórico de Ciutadella | Josep Bagur Gomila

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Imagínense la escena. Un cliente entra en un restaurante de Ciutadella y pide mesa para cenar. El camarero le pregunta si su intención es acabar pronto, o si en cambio su permanencia en el establecimiento se va a alargar un poco o si bien va a terminar muy tarde. El comensal extrañado le pregunta el porqué de esta incómoda pregunta. El camarero responde: si garantiza que va a finalizar pronto puede cenar en el patio interior, pero si prefiere hacerlo con un poco más de calma puede ir a la terraza exterior y si desea comer con toda la tranquilidad del mundo tendrá que cenar en el interior del local.

Esta situación ficticia se puede vivir este mismo verano en algunos restaurantes de Ciutadella, que tendrán que compaginar hasta tres horarios diferentes, una vez entre en vigor la nueva normativa que va a regular los patios interiores del casco antiguo.

Ello se debe a que en Ciutadella van a existir dos ordenanzas diferentes que regulan los horarios de los establecimientos. Una de ellas marca las horas límite de los locales y las terrazas exteriores, mientras que la otra (pendiente aún de su aprobación) regula los horarios de los patios interiores, en este caso del centro histórico.

Pero no acaba aquí la cosa, cada una de ellas, a su vez, distingue horarios, o bien en función de si es temporada alta o temporada baja (en el caso de los patios interiores) o bien según la tipología del establecimiento y de su ubicación (en el caso de los locales y terrazas exteriores).

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