Uno de los accesos al CEIP Francesc d’Albranca de Es Migjorn Gran | Josep Bagur Gomila

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Sorpresa e incredulidad son las primeras reacciones a la propuesta de la Conselleria de Educación de suprimir tres aulas del CEIP Francesc d'Albranca de Es Migjorn Gran el curso que viene por falta de alumnos.

Desde el Ayuntamiento reclaman que se tengan en cuenta los criterios pedagógicos que aplica el centro, más allá de la ratio de alumnos por aula. Ciertamente, la escuela tiene una media de 11 estudiantes por clase, lejos del máximo de 25 que establece la ley. Sin embargo, la propia Conselleria reconoce que tiene voluntad de reducir el número de alumnos por aula y evitar, en la medida de lo posible, la masificación en los centros. Por este motivo, el Consistorio y la Federación de Padres y Madres de Alumnos no comprenden ni comparten una propuesta que les ha desconcertado.

Defienden que trabajar en grupos reducidos y poder atender de manera más individualizada a los alumnos favorece su proceso de aprendizaje. La portavoz de las Apima de Menorca, Isabel Carnero, considera «absurda» la idea y asegura que «va en contra de todo aquello que se está proponiendo», por lo que el plan de la Conselleria le parece «un error que empeorará lo que es el sueño de familias y escuelas». A su vez, sostiene que, en caso de aprobarse, crearía un precedente peligroso.

La concejal de Educación, Raquel Allès, también critica la propuesta. «No tiene sentido en una educación pública de calidad», afirma, a la vez que asegura que lucharán para que la proposición no siga adelante y no afecte al 'Francesc d'Albranca'. Las partes implicadas se reúnen el próximo martes con la Conselleria para encontrar una solución al conflicto.